Paysandú, Lunes 27 de Enero de 2014
Locales | 27 Ene Roturas de bancos, de la casilla de los guardavidas, las cisternas de los baños y la cañería de la fuente ubicada al final de la Avenida de los Iracundos, entre otros elementos de uso público, deben repararse prácticamente en forma diaria en el Balneario Municipal.
El director de Turismo de la Intendencia, Andrés Mannise, dijo a EL TELEGRAFO que “todos los días comenzamos la jornada reparando cosas rotas. Por ejemplo, la fuente habilitada al final de la avenida de los Iracundos es la cuarta vez que debemos repararla por la obstrucción de los caños. De hecho, la última vez hubo que cortar la cañería para sacar lo que impedía la salida del agua”.
Mannise agregó que “los bancos de madera todos los días sufren el retiro de sus tablas para diferentes usos, al igual que la casilla de los guardavidas, a la que le han roto los tableros laterales, han quemado las escalinatas o hunden las boyas que demarcan el límite. De estas ya vamos reponiendo catorce”, detalló.
En este último aspecto, el director de Turismo explicó que “cuando llega el guardavidas tiene que ponerse el equipo correspondiente y encontrar las pesas que van en el fondo, o las comunmente llamadas ‘el muerto’. Debe bucear hasta encontrarla y eso retrasa la tarea normal, porque aparte de los costos existe una distorsión en el funcionamiento”.
Mannise subrayó que “todas las noches retiramos las boyas para que no sean hurtadas, se colocan botellas de plástico para demarcar el amarradero de la boya principal, van nadando hasta allí, las hunden y al otro día, el funcionario debe llevar el cuadrado de hormigón que pesa más de treinta kilos, lo pone en el agua para que actúe como fondeadero y coloca la boya blanca que delimita la zona de baños. Esta tarea lleva una hora, la gente lo ve porque deben hacerlo diariamente con el apoyo de Prefectura”.
En tal sentido, el jerarca municipal reconoció que los usuarios han reclamado por la existencia de pocas boyas “y eso es cierto, pero a veces no da el tiempo o hay pocas en stock y se necesitan al menos dos días para que fragüe”.
Según Mannise, en la costa sanducera “una de las áreas más castigadas es la del Rosedal. Allí, las luces y los bancos son objeto corriente de actos vandálicos. Incluso hay que renovar continuamente las tablas de los bancos ubicados sobre el mirador, aunque sean de dos pulgadas y difíciles de quitar”, reflexionó.
En tanto, una cuadrilla se dedica a la reparación continua, “porque los baños también son blanco del vandalismo y tanto rompen las cisternas como las luces. Es un trabajo repetido, donde siempre volvemos a reparar lo mismo”, señaló.
El director de Turismo recordó que el pasado 31 de diciembre “arrancaron siete carteles de señalización que no se han podido reponer porque hay que romper el hormigón y las rampas para discapacitados han sufrido roturas”.
Sin embargo, Mannise aclaró que estas situaciones “no significan que sean provocadas por todos los usuarios, sino por un grupo de desubicados, porque la mayoría concurre a disfrutar de la playa y ese pequeño sector no entiende que atenta contra los bienes de todos y no contra la Intendencia ni sus funcionarios”.
CANTIDAD IMPORTANTE DE BASURA
Mannise destacó que los residuos en la playa es otro asunto de difícil resolución. “Del 24 al 25 de diciembre se levantaron 322 bolsas de basura y diariamente se recoge un camión y medio de desperdicios solo del área de playa, es decir desde el Club Remeros hasta Antonio Estefanell”, resaltó.
El director municipal consignó que “si se recogiera de los recipientes la tarea sería facilísima, pero es un trabajo que hacen seis personas durante todo el día, diariamente y en cuanto a los depósitos de basura, hubo que reponer cuatro tachos porque se los llevaban. Están colocados a unos cuarenta metros de distancia, pero hay que limpiar a mano la basura porque no hay conciencia del lugar público”.
No obstante esto, Mannise reconoció “el normal desarrollo de la temporada” y el nulo registro de hurtos. “Comparado con el año pasado, diecisiete argentinos tuvieron que gestionar los documentos para salir del país porque habían sufrido robos y hasta el momento el registro es cero. En ese sentido mejoramos mucho y no es un dato menor”.
ACTIVIDADES EN LA PLAYA
En el Parador Zona B del Balneario Municipal se llevan adelante clases de expresión corporal a cargo de Yanice Santo y ritmos latinos, con Rodolfo Méndez
Mannise destacó la “buena asistencia de sanduceros a las playas, además de una cantidad superior de turistas argentinos en comparación con el año pasado, al igual que paraguayos, brasileños, incluso franceses y alemanes, aunque son casos muy puntuales”.
El director de Turismo puntualizó que “nos ha llamado la atención en la oficina el aumento de las consultas que se atribuye a una mayoría de turistas que se encuentran alojados en Colón, o están de paso a Punta del Este y otros destinos. Algunos optan por pernoctar y otros por recorrer la ciudad, pero en general vienen colonenses a disfrutar de la playa en Paysandú”.
Mannise atribuyó una disminución en los hechos delictivos al operativo que llevan adelante los efectivos policiales, con Prefectura y una cooperativa social.
“Esto es bueno que se sepa porque el año pasado tuvimos serios problemas y ha sido una preocupación del cónsul César Faes, dada la cantidad de actos vandálicos ocurridos en el verano de 2013 contra automóviles argentinos”.
La policía cuenta con un destacamento fijo ubicado contiguo a la oficina del Plan de la Costa “desde la mañana y hasta la madrugada con un móvil que recorre la playa. Al igual que Prefectura, que cuenta con cuatro efectivos de 9 a 21 horas y brinda un apoyo importante a los guardavidas. En cuanto a los destrozos y roturas, eso es algo endémico a lo que debemos acostumbrarnos”, concluyó.
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