Deportes | 27 Ene A pocos días de que comience el Torneo Clausura del fút bol uruguayo, Peñarol sacudió el ambiente: le dirá adiós al técnico Jorge Goncálvez, e intentará cerrar el vínculo de Jorge Fossati.
El rendimiento del equipo en los partidos en los que el entrenador dirigió a Peñarol en el Apertura, y en los partidos de verano, llevaron a que el presidente Juan Pedro Damiani tomara la decisión de dar un golpe de timón sin importar que la temporada está a la vuelta de la esquina.
Llamó al Goncálvez y le explicó que no seguirá siendo el técnico del equipo principal, aunque esta tarde el pope carbonero deberá ir con los tapones de punta al Consejo Directivo porque la realidad indica que no tiene los votos suficientes para poder llevar a cabo su planificación.
Esa realidad seguramente se cambiará en la reunión y se confirmará la situación de Goncálvez, y se cerrarán en las próximas horas las conversaciones con Fossati, más allá de que algún otro candidato anda a la vuelta. Lo cierto es que Peñarol es una olla a presión. El Consejo Directivo está dividido hace tiempo, y está claro que Damiani es el que lleva la voz cantante de un tiempo a esta parte, más aun después de la separación con el vice, Edgar Welker, con quien transitan caminos totalmente diferentes.
Es más: Welker dejó en claro que el paso que pretende el presidente es una locura, y que no lo apoyará. Pero hay que remitirse a un dato, más allá de que Damiani no tenga mayoría para decidir prescindir de Goncálvez: el actual técnico ganó la votación por sobre Diego Alonso cuando éste terminó siendo el DT carbonero. Pero claro, Alonso era el preferido del presidente.
Hoy se conocerá entonces el futuro de Goncálvez, que parece estar definido.