El martes realizan asamblea urgente

Rurales | 27 Ene La situación de los productores remitentes a la industria local PILI “es bastante diferente a las noticias que se han conocido recientemente y que conciernen específicamente a la empresa Conaprole”, dijo a EL TELEGRAFO el presidente de la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP), Raúl de Orta, explicando que el precio que reciben los tamberos que integran la gremial “es muy inferior a la cooperativa”, incidiendo muy negativamente en la economía del productor, muchos de los cuales hoy atraviesan un difícil momento por la falta de lluvias en sus campos.
La difícil situación ha determinado que este martes, a las 20 en la sede de la APLP, se realice una asamblea urgente para escuchar sugerencias y conocer en profundidad la situación, tanto de los productores como la industria. El dirigente explicó que en noviembre del año pasado “el precio promedio en la planta local de PILI indica que cobramos $ 8,60, y en diciembre $ 8,37, lo que nos da una importante diferencia con las otras plantas, quienes además de recibir precios mejores, han obtenido reliquidaciones en junio, julio y agosto, y ahora una nueva reliquidación, y eso a los productores de Paysandú y la región nos tiene muy inquietos”, dijo. La diferencia de precio con la reliquidación, nos deja en unos 80 a 90 centésimos por litro de leche remitida, menos que lo que reciben las otras plantas, lo que incide en forma importante en el bolsillo del productor al llegar a fin de mes”. “Hace unos 4 o 5 años que no estamos igual que Conaprole en el precio como ocurría varios años atrás”, comentó a EL TELEGRAFO el ex presidente de la gremial, Juan Paradiso, aclarando que actualmente la diferencia “es más significativa”.
En la cooperativa, los productores remitentes “reciben desde setiembre del año pasado un promedio de $ 10 por litro hasta fin de año. Nosotros ni cerca de eso”, asegura el productor.
Desde PILI “nos dicen que las plantas que hacen leche en polvo pueden pagar algo más, pero lo que queremos es que ahora en las buenas se compartan los ingresos. Los precios en el exterior están bien, la venta es muy buena, se han sostenido y el dólar no ha bajado”. Acotó que “cuando vienen las malas, un mes antes nos enteramos en el precio de la leche por la baja que recibimos, pero cuando las cosas mejoras, queremos enterarnos también en el precio”.
Para dejar en claro la situación, indicó que “un productor de 4.000 o 5.000 litros diarios de leche está perdiendo $ 4.000 o 5.000 pesos, y esa cantidad a cualquiera le duele”.
Paradiso mencionó el último aumento que “tuvimos en la leche, la industria nos aumentó el precio, pero nos aumentó también los parámetros de la grasa y proteina, siendo una suba engañosa, porque cuando parecía que había subido un 8 o 10 por ciento, apenas subió entre un 2,5 y 3 por ciento”.
De Orta subrayó que “las necesidades de los tamberos son ahora”, citando incluso la posición de algunos productores, que “han manifestado su posibilidad de dejar de producir y cerrar el tambo, pero nos da la sensación que a la industria no le interesaría perder un productor más, porque no los afectaría”. Aclaró que “si bien los productores grandes han aumentado sus volúmenes, la idea que incluso ha sido planteada desde el gobierno es que la gente no deje la campaña y siga trabajando en el tambo, que le vaya bien y pueda progresar”.

COSTOS
En lo productivo, “estamos luchando con la sequía, con muchos tambos que se han comido las reservas, y después los gastos fijos, que incluyen un reajuste en los precios a partir de julio 2013, más los correspondientes aportes, sumándose el aumento en el precio de los combustibles y lo que se viene con otro aumento de UTE. Todo esto nos complica cada vez más”, enfatizó. Manifestó que la planta de PILI “es quesera y no fabrica leche en polvo, que es la diferencia que tiene con Conaprole. Se nos ha indicado que se solicitó al gobierno un reintegro que debería ser trasladado a los productores remitentes a esta planta, pero es algo que se está dilatando mucho y la situación de varios productores de la zona es bastante complicada”.

MENOS TAMBEROS
La deserción de los tamberos es muy importante, con muchos productores que están dejando los tambos porque los números no dan, “y ante producciones más tentadoras, deciden arrendar el campo para soja y venden sus animales”.
“No queremos perder más productores” enfatiza De Orta, porque en los últimos 3 años “han quedado por el camino unos 20 productores remitentes a la planta local”, dijo. Actualmente en la APLP hay alrededor de 80 productores agremiados –hay remitentes a otras plantas--, de los cuales algo más de 60 son remitentes a PILI.

RECAMBIO GENERACIONAL
Uno de los factores de mayor preocupación en la lechería es la falta de recambio generacional. De Orta dijo que la constancia en el tambo es uno de los factores que más tienen en cuenta los jóvenes para no sumarse. “En cualquier trabajo tienen el fin de semana libre, y en el tambo la vaca da leche todos los días y hay que ordeñarla, volviéndose más esclavizante”.
“Los hijos de los productores miran para el costado y observan que hay producciones que pueden ser más rentables, y no optan por la lechería; es lo que está sucediendo, no quieren calentarse la cabeza con el tambo”. Paradiso acotó que “la agricultura nos viene desplazando cada vez más, porque se obtiene mejor rentabilidad, haciéndola plantar soja o lo que sea, que producir con vacas en su tambo”.