Rurales | 24 Ene La cosecha de miel en el departamento de Paysandú ha sido muy irregular en la presente zafra, con zonas cercanas a plantaciones citrícolas o praderas tempranas en las que se cosechó muy bien, pero otras en donde no se apreció la floración de eucaliptos, determinando que no se cosechara nada, aumentando la preocupación en un sector que “en 2013 perdió a 165 productores en todo el país”, dijo a EL TELEGRAFO Amado Ferrari.
El consejero en la Comisión Apícola e integrante de la Mesa Ejecutiva de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR), señaló que “los campos están amarillos debido a la falta de lluvias. Además, los campos del departamento en buena parte no retienen mucha agua y se nota que la floración es cero”, especificando que en el departamento de Paysandú “hay lugares cercanos a plantaciones citrícolas y praderas tempranas en donde se cosechó muy bien entre los últimos días de noviembre y principios de diciembre, pero en otros lugares no se ha cosechado nada”.
Planteó al respecto su caso particular –pero también similar a otros productores-- con colmenas en las cercanías de Quebracho, donde no ha logrado cosechar prácticamente nada. “Algo de esperanza hay, pero es indudable que la situación está difícil”, dijo.
Al respecto indicó que es muy dispar la floración de las distintas especies de eucaliptos. “Hay algunos que no florecen, y otros de los que tenemos datos que pueden florecer entre los 12 o 13 años, pero es sabido que el eucalipto para pasta no llega a ese tiempo, se corta antes”.
Explicó que esto ha llevado a que “una cantidad de productores haya trasladado sus colmenas el año pasado, en un convenio de Forestal Oriental con la cooperativa Calapis. Fueron a algunos lugares en donde el eucalipto no floreció y esto complicó aún más las cosas”, apuntó. Acotó que en zonas como Tacuarembó o Rivera –departamentos en donde está hoy la mayor concentración de apicultores en el país--, en donde los eucaliptos son para madera fundamentalmente, en verano cosechan muy poca miel, “pero compañeros que nos hemos encontrado en reuniones de la CNFR, indicaron que han obtenido entre 45 y 60 kilos de miel este año”. Sin embargo, Ferrari manifestó que el promedio nacional del año pasado “osciló en 20 kilos. Esto significa que en algunos lugares habrá productores que sacaron 5 o 10 kilos, y otros que superaron ampliamente el promedio, por lo que está todo muy distorsionado”.
Citó que en zonas de Paysandú donde hay eucaliptos grandis o salina, como por ejemplo Piedras Coloradas –que es histórico en plantaciones--, si no han cortado los árboles se obtiene buena miel”.
En otras zonas en donde hay algunas especies silvestres, “tipo chilcas o carqueja, o cardos, en zonas aledañas a los montes, también el productor ha podido cosechar algo”.
El aspecto climático “tiene un fuerte impacto en la apicultura de menor porte, demostrado en que todos los años desaparecen muchísimos apicultores. Sólo en 2013 hubo 165 apicultores menos, y en todos los casos pequeños”.
Entiende que “hoy los costos son más altos, los impactos ambientales son muy grandes. Para los pequeños productores es muy difícil mantener su actividad, por los costos que significa”.
Citó “los 40 pesos que hoy cuesta el gasoil, siendo el principal costo para el apicultor que debe trasladarse a lugares lejanos, además de ir desapareciendo lentamente los lugares atractivos para la apicultura”.
“En Paysandú son varios productores menos dedicados al rubro”, precisó Ferrari. “Hubo un momento en donde Calapis tenía registrado en su padrón más de 400 productores, hoy son alrededor de 80; algunos se trasladaron a otros departamentos o dejaron directamente de producir”. Las zonas más productoras de miel varían por año en el departamento. “En alrededores de Cerro Chato y Azucitrus, este año es en donde más producción de miel se está obteniendo porque el citrus anduvo muy bien, al no llover muy seguido en el verano”, explicó.
También destacó “algunas zonas de la Ruta 26 en que se hicieron praderas tempranas y funcionaron muy bien, al igual que en las cercanías de Guichón, en donde hay eucaliptos y se obtuvo buena miel”. Por el contrario, dijo que donde tiene sus colmenas, en la zona de Quebracho, “siempre coseché bien sin ser nada excepcional, pero se ha revertido la situación y ahora prácticamente no se cosechó”.

SECA
“A los apicultores esta seca nos afecta mucho más que a otros”, dijo el entrevistado. “En otros sectores pueden dar raciones, y nosotros no podemos dar comida para producir, porque si brindáramos alimentación sería solamente para mantener la colmena”. Dijo que siempre la seca se da en esta época, “y cuando antes por algunos cultivos en esta época se cosechaba buena miel, hoy eso es prácticamente nulo”. En la actualidad, la aplicación de insecticidas y fundamentalmente la utilización del glifosato en los herbicidas, “están afectando una barbaridad, porque especies nativas no hay, se fumiga hasta por encima de los alambrados y se cortan especies que antes eran muy buenas para las abejas”.

ACOPIO
Referido a las salas de acopio, dijo que “hemos tenido algunas diferencias y no nos hemos puesto de acuerdo”, principalmente con la Dirección General de la Granja (Digegra).
Sostiene que “es una pata que le está faltando a la trazabilidad de la miel, porque se tenía registro de los apiarios, de los productores, todo un camino para rastrear la miel, pero estaban faltando los lugares de acopio. Lo que se propuso era que la sala de acopio debía ser casi como la sala de extracción. Nosotros estamos de acuerdo en que se conozca en donde está la miel acopiada, pero no que la exigencia fuera de esa forma. Si bien entiende necesario porque es un alimento, que debe estar limpio y ordenado, no tiene por qué ser un lugar igual a donde se extrae”.

PRECIO
En cuanto al precio, actualmente el valor “es similar al del año pasado, oscilando en U$S 2,60 o U$S 2,70, que sin ser un precio excepcional, da bien para cubrir los costos”, sostiene Ferrari. Además, “el dólar se recuperó un poco”, aclaró.
“Posiblemente podría valer algún centavo más de dólar, o afirmarse más cerca de los 2,80 o 2,90 dólares, pero Argentina está cosechando y produciendo muy bien, además de comercializar su producción, y eso tira para que los precios no sean tan altos”. Acotó que hay mercados, como los de Alemania y Estados Unidos que están comprando, “a pesar de que a veces se enlentecen un poco cuando entran volúmenes importantes como de Argentina”.