Nacionales | 04 Feb La asunción del presidente de la Suprema Corte de Justicia, Jorge Larrieux, no pasó desapercibida y en tres horas se produjo un nuevo choque entre el Poder Judicial y el Ejecutivo, consignó El País.
Con la presencia del presidente José Mujica y el secretario Homero Guerrero y el prosecretario Diego Cánepa en el acto, Larrieux centró su discurso en los acontecimientos de 2013, y dijo que “fue un año complicado para todo el Poder Judicial. El cargo de ministro de la Suprema Corte de Justicia pareció transformarse en una profesión de alto estrés”, señaló. “Complicado por la judicialización de conflictos que no encuentran solución en otros ámbitos más adecuados y complicado especialmente para la Suprema Corte de Justicia que por decisiones tomadas en pleno uso de sus facultades constitucionales y legales, se vio sometida a fuertes críticas en circunstancias por todos conocidas y cuyas implicancias aún se están procesando”, afirmó Larrieux.
El magistrado alertó que, a su juicio, las acusaciones contra el Poder Judicial así como los incidentes ocurridos en el acto de traslado de la jueza Mariana Mota, que derivó en los procesamientos sin prisión de siete personas, implicaron un “intento de desvalorizar el sistema democrático”.
Tras el Consejo de Ministros, Guerrero sostuvo que “para el Poder Judicial y la Suprema Corte de Justicia todos los años son complicados”. Pese a las declaraciones Guerrero dijo que “hay una relación muy buena y solvente”.