“La diferencia con Conaprole es importante”

Rurales | 30 Ene La asamblea urgente que la Asociación de Productores de Leche de Paysandú (APLP) realizó este martes, no fue una más. Mucha preocupación e inseguridad por el futuro de los remitentes a PILI se apreció entre los 40 asistentes a la reunión, en donde todos coincidieron en la falta de apoyo que desde la industria se le brinda a los remitentes en los últimos años.
Hasta la mitad de la reunión, directivos de la gremial y los asistentes intercambiaron impresiones sobre la realidad que viven actualmente, tanto desde el precio que reciben –el que consideran muy por debajo que la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole)--, como por la falta de agua que sufren quienes tienen sus predios al norte de la ciudad de Paysandú.
En primera instancia, la directiva de la gremial planteó la situación, explicando que desde el mes de setiembre se vienen manteniendo encuentros con el directorio de la industria sanducera, planteándose las dificultades que ellos atraviesan, con el bajo precio que recibían.
Indicaron que hasta el momento no han recibido respuestas concretas, por lo que a través de esta reunión, pretendían brindarles directamente a los asociados la información de lo que venía sucediendo, “para que vean que nos estamos moviendo a nivel de directiva, pero desde la empresa no aparecen respuestas”, dijo a EL TELEGRAFO Raúl De Orta.
Al transcurrir varios minutos de la asamblea, llegó a la reunión un productor con dos tambos: uno que remite a Conaprole y otro a PILI, y en donde a través de las liquidaciones que presentó se evidenció la diferencia que recibe por el pago entre una y otra empresa.
Al mostrar la diferencia que tenía de precio, surge que el valor promedio recibido de Conaprole fue de $ 9,39 por litro de leche, cuando el precio de PILI de diciembre fue de $ 8,37. Aclaró que en Conaprole cobró $ 9,78 porque tuvo más grasa y proteína.
Precisamente, los parámetros en la cooperativa son de $ 3,59 de grasa y $ 3,19 la proteína, en tanto que en PILI los productores necesitan de $ 3,74 de grasa y $ 3,37 de proteína, “por lo que tomando esta referencia, los precios que reciben los remitentes a PILI están más bajos todavía”, destacó De Orta.
Incluso, el productor que obtiene alrededor de 3.000 litros diarios de leche en sus tambos, explicó que en Conaprole tuvo una reliquidación de junio, julio y agosto de U$S 6.000, en tanto que a diciembre tuvo otra reliquidación de U$S 10.000 aproximadamente. De Orta acotó que “ellos a su vez reciben una reliquidación todos los años que anduvo en el entorno de U$S 22.000, que si le sumamos la diferencia de precio, agranda aún más la diferencia entre los remitentes a una y otra empresa”.
Además, el mismo productor indicó en la reunión de este martes que “posiblemente en enero haya otro aumento de Conaprole, que seguramente oscilaría en un 5%”.
Durante la asamblea, un productor precisó que ya está haciendo los trámites para dejar de remitir a la industria local, porque la diferencia con Conaprole es muy grande, y cada vez se hace más difícil mantener la estructura de su tambo.
El dirigente gremial recordó que “en algún momento, PILI estuvo apenas por debajo, igual, o hasta mejor que Conaprole en algunos centésimos en cuanto a precio de la leche, pero ahora la diferencia es importante”.
De Orta dijo que de acuerdo a lo manifestado en su momento desde la industria sanducera, “están esperando el reintegro del gobierno por ser exportadores únicamente de quesos”, pero aclaró que “no vemos voluntad desde PILI, porque más allá del vínculo afectivo, la diferencia con el bolsillo pesa mucho”.
Agregó que PILI ha crecido mucho en estos años, “con la instalación de la fábrica de suero en polvo, a lo que suma la futura instalación de la fábrica con mayor tecnología en otro punto de la ciudad, además de poseer cuatro tambos instalados con mucha inversión”.
Los concurrentes a la asamblea coincidieron en manifestar que “a medida que ellos crecen, le dan menos atención a los productores”. Además, indicaron que el vínculo durante muchos años “fue con el gerente, lamentablemente fallecido, Francisco Fumeaux, y ahora se hace directo con los principales de la empresa, y estos se han puesto más duros”, enfatizaron.
Los productores que participaron en la reunión le solicitaron a la directiva de la APLP que vuelva a realizar gestiones ante el directorio de la empresa, transmitiéndole la inquietud surgida en el encuentro. De Orta aclaró que “lo que suceda posteriormente queda a resolución de cada productor; nosotros no somos quien para decirles que tienen que hacer”.
Los productores más complicados indicaron que a pesar de que “aún la situación no es desesperante”, dejaron en claro que estudiarán la posibilidad de cambiar de industria, porque “nuestro bolsillo no nos permite invertir en el tambo, lo que sí hacen los remitentes a otras industrias que reciben mejor pago”.

SECA
Respecto a la situación climática, el “tremendo déficit” que tienen los productores ubicados al norte de la ciudad de Paysandú fue uno de los temas más conversados.
“En estos días ha llovido de 8 a 12 milímetros y no alcanza para nada”, dijo el presidente de la APLP. “A diferencia de los que estamos al sur de Paysandú, y que tuvimos la bonanza de un montón de milímetros de lluvia durante enero, esa gente está muy complicada”.
De todas maneras, también se trataron en la reunión temas como los aportes, el costo de los insumos, la suba del combustible y su impacto en el sector.