Locales | 05 Feb El centenario roble ubicado en la zona Noroeste de la ciudad, más precisamente en Antonio María Gianelli entre Luis Batlle Berres y Libertad, cayó durante la tormenta del lunes, y la reducción de su tronco y ramas ameritó el establecimiento de custodia policial luego que la Intendencia radicara una denuncia en la Seccional Segunda, ante la presencia de personas que pretendían llevarse las ramas y tronco para usarlos como leña. De acuerdo a lo informado a EL TELEGRAFO por fuentes de la Intendencia, el árbol, que tenía más de cien años de existencia y dio nombre al barrio El Roble, estaba seco desde hace ya cierto tiempo, pero aún lucía su clásica figura ocupando el centro de calle. El lunes, seguramente por efecto de las copiosas lluvias y tormentas de los días anteriores, cedió y fue arrancado de raíz.
Ayer por la mañana un total de 12 funcionarios de las direcciones de Paseos Públicos, Vialidad, Alumbrado y Limpieza y Talleres montaron un operativo para quitar el árbol caído de la vía pública, trozando sus añejas ramas y troncos.
En acuerdo entre las direcciones generales de Servicios y Obras, se dispuso cortar las ramas en secciones de más de 2 metros de longitud, ya que debido al valor patrimonial del árbol --que se consideraba todo un símbolo de la zona y años atrás fue dejado en medio de la calle para no cortarlo-- se decidió preservar cortes de ese tamaño para que a futuro la madera pueda ser tallada o destinada a otros fines por la Intendencia.
No obstante, vecinos de la zona alertaron a la Intendencia que algunas personas pretendían hacer leña del añejo roble y llevársela para su provecho. En conocimiento de este intento, la Dirección de Paseos Públicos radicó la denuncia en la Seccional Segunda y solicitó custodia policial hasta finalizar las tareas.