Opinion | 12 Feb Por cierto que la explosión en las producciones primarias de la región, sobre todo commodities como la soja y otros granos, a lo que se agrega la producción forestal en países como Uruguay, ha traído consigo la necesidad de adecuar infraestructuras tanto locales como regionales para coordinar la salida en tiempo y forma de esta mercadería de gran volumen y bajo valor relativo desde el corazón del subcontinente.
En nuestro país ya tenemos sobradas muestras de las exigencias que conllevan las carencias en infraestructura, al tener que apelar a sacar muchas de estas cargas por carretera, cuyos pavimentos y trazados son sobreexigidos por grandes camiones y el peso de los contenidos, lo que no solo significa un encarecimiento para los productores en cuanto a la logística, sino también para el Estado en cuanto a los recursos que se necesitan para mantenimiento, reparaciones y mejoras.
La ausencia del ferrocarril, como hemos señalado en más de una oportunidad, es una pieza de gran importancia que falta en el sistema multimodal, y en el caso del transporte fluvial recién estamos asomando a una gradual adecuación de los instrumentos a los requerimientos de la producción, pero cuando ya hace muchos años que se necesitaba contar con esta vía de salida a ultramar en forma directa o por trasbordos, como se hace en barcazas desde el puerto de Paysandú.
Debe tenerse presente que ya el uso del sistema de barcazas está muy extendido por la hidrovía Paraguay-Paraná y para atender el transporte de productos primarios como el mineral de hierro de Bolivia y los granos de Paraguay y suroeste de Brasil hacia puertos argentinos y uruguayos para desde ahí salir en buques de ultramar.
Para ello igualmente siguen requiriéndose inversiones con vistas a actualizar la logística, desde que naturalmente hay problemas de calado y de capacidad de los convoyes, sobre todo a partir de que la Argentina limitó a la mitad el máximo de barcazas que es posible transportar por el río Paraná.
Los buques de ultramar llegan sin problemas hasta el puerto de Rosario, Santa Fe, por el Paraná, pero aguas arriba la cosa cambia y mucho más aún cuando Paraguay necesita sacar sus grandes volúmenes de soja, que este año va a alcanzar nuevamente una cifra récord, pero también la nación guaraní tiene requerimientos logísticos para sacar la carne y otras mercaderías que solo pueden salir en contenedores con frío. El río Uruguay va a contar próximamente con el buque portacontenedores fluvial “Provincias Unidas”, de la empresa Naviport, para hacer el trayecto Paysandú-Montevideo, tanto en lo que refiere a carga en contenedores como a granel, y con la expectativa de establecer un eventual enlace para sacar mercadería paraguaya que se traslade en contenedores por camiones hasta Paysandú, y así ahorrar 300 kilómetros de transporte carretero hasta Montevideo.
La perspectiva que ofrecen buques de relativa buena capacidad de carga, también para contenedores, y bajo calado, es una oportunidad todavía subexplotada en nuestra región, porque requiere inversiones y una ponderación de la ecuación costo-beneficio, pero sin dudas los armadores están afrontando el desafío ante las alternativas logísticas, teniendo en cuenta las necesidades de los productores.
Así, el diario El País da cuenta de que el pasado fin de semana llegó a Montevideo el nuevo buque portacontenedores, “Asunción B”, que acaba de incorporar a su flota la Naviera del Mercosur, una empresa paraguaya propiedad del Grupo Boluda de España, también propietaria en nuestro país de la empresa de remolques Reyla.
Este navío de 104 metros de eslora, 21 metros de manga y 3,2 metros de calado a máxima carga era un antiguo petrolero mexicano, reconvertido para contar con una capacidad de 260 contenedores. Hoy esta unidad es uno de los portacontenedores fluviales de más capacidad con menor calado y es una clara muestra de como se adaptan las embarcaciones a las características del río.
La idea de la empresa es participar en cargas de las exportaciones paraguayas de carne, vía puerto de Montevideo, y puede transportar hasta 80 contenedores refrigerados. Su gran ancho de 21 metros la resulta ideal para navegar por los ríos Paraguay, Paraná y remontar el río Uruguay, por lo que su plan de negocios podría incluir, llegado el caso, el trasladarse hasta Paysandú, porque su calado se lo permite perfectamente, y transportar contenedores refrigerados río abajo para el trasbordo hacia ultramar.
Esta es una clara muestra de que la interrelación y realimentación entre necesidades de cargas y logística promueve inversiones, junto a infraestructura portuaria, para generar sinergia y contribuir a potenciar la región.