En Paysandú

Locales | 12 Feb Alrededor de 1.000 kilómetros de caminería rural se encuentran en mal o pésimo estado --según un informe del Departamento de Obras de la Intendencia de Paysandú--, debido a las precipitaciones de los últimos días, de entre 200 y 300 milímetros, con un valor máximo en el departamento de 450 milímetros en Tambores.
El informe fue redactado para ser entregado al Congreso de Intendentes para que a través de la Comisión Sectorial de Descentralización se adjunte a los informes de todas las intendencias, de forma de en conjunto pedirle al gobierno central el adelanto del adicional al Impuesto al Patrimonio correspondiente al 2014, para poder hacer frente al deterioro de caminería rural y urbana por las intensas lluvias de este febrero. El monto total de ese adelanto sería de entre 800 millones y 1.000 millones de pesos.
En la víspera, en conferencia de prensa, la Intendencia Departamental de Paysandú informó sobre el estado de situación de la vialidad urbana y rural. En el Palacio Municipal, el intendente Bertil Bentos fue acompañado por la secretaria general Mónica Peralta, los directores generales Nicolás Olivera (Obras) y Heber Coello (Administración), el encargado de Despacho del Departamento de Descentralización, Humberto Sconamiglio, el encargado de Presupuesto Participativo, Roque Jesús, y los alcaldes Sylvia Scaboni y Mario Bandera.
Para recuperar la caminería rural se necesitarán al menos tres millones y medio de dólares y para la urbana un millón y medio, lo que eleva la suma total a cinco millones de dólares. La intendencia aseguró que si bien se encuentra esperando que el estado del tiempo lo permita para comenzar de inmediato las tareas de recuperación, admitió que será necesario el aporte extraordinario del Poder Ejecutivo, tal como ocurre en otros departamentos.

EL INFORME DE OBRAS
En el caso de Paysandú, aunque el panorama puede empeorar en las próximas horas, “se registraron graves daños en más de 50 tramos de caminería, superando los 1.000 kilómetros de longitud”, indica el informe del Departamento de Obras. Entre los tramos más perjudicados se cuentan el acceso a pueblo Gallinal, una zona de intenso tránsito, con explotaciones citrícolas, forestación y de agricultura. También se mencionan en el informe como muy afectados el corredor entre Guichón y Tambores (Guichón, Pueblo Beisso, Piñera, Merinos, Morato, Tiatucura, Arbolito, Piedra Sola y Tambores).
En la cuenca lechera asimismo se registraron fuertes deterioros de los caminos, como por ejemplo el tramo de Sandupay, Colonia Acquistapace, Colonia 19 de Abril, Colonia Paysandú. El tramo de Camino Corrales, Paso de Sauce, Paso del Parque y Sauce del Queguay también se encuentran seriamente afectados. “Sin perjuicio de existir muchos más caminos que no se detallan pero se encuentran con más deterioro”, agrega el informe. Los caminos en la cuenca lechera se encuentran severamente afectados debido a que por las características del producto, no se puede interrumpir el acceso de los camiones a los establecimientos productores.
Los daños verificados varían de acuerdo a la zona, pero en todos los casos su reparación exigirá tiempo, disponibilidad extraordinaria de maquinaria vial y partidas de dinero adicionales. Hay caminos con “fallas a nivel de base y sub-bases”, así como “caminos intransitables”. Otros en cambio, “tienen problemas en las bases, que se encuentran con un deterioro medio”.
El informe del Departamento de Obras también establece que algunas alcantarillas que tenían problemas menores “debido a las precipitaciones extremas” han resultado con “daños a nivel estructural”, por lo que deberán tener “una reparación inmediata. Dentro de estas alcantarillas unas 4 son de tipo H, siendo las restantes tipo C”.
“Se han constatado serios daños de la caminería interna de los grupos habitacionales de Mevir del interior del departamento, como también de los centros poblados y radiales de accesos a los mismos”, expresa el mismo documento.

PUDO SER PEOR
Según explicaron, la situación es compleja pero no puede considerarse catastrófica, ya que el mantenimiento que la Intendencia venía realizando, tanto de la vialidad urbana como de la caminería rural, impidió que el deterioro fuese mayor.
Olivera dijo que las lluvias caídas en las últimas semanas estuvieron por encima de cualquier pronóstico, razón por la cual provocaron destrozos en la vialidad urbana y particularmente en la caminería rural.
“Hoy estamos hablando de unos 1.000 kilómetros de caminería rural afectados por las inclemencias del tiempo. En la vialidad también ha impactado seriamente. Todos sabemos el estado que tenía, pero lo que ha sido la lluvia durante todo este tiempo agudizó la situación”, informó Olivera.
En el área urbana –recordó- la Intendencia viene ejecutando un plan de recuperación de calles que en 2014 sería potenciado “para poder tener más cuadrillas en más lugares al mismo tiempo”, pero las lluvias trastocaron en parte estos planes y se ampliaron las zonas que requieren atención. “Estamos hablando de 1.500.000 dólares más, por encima de lo que teníamos previsto aportar, así que podemos rotular la situación como difícil, por no tildarla de crítica. Pero también hay que decir que esto podría haber sido peor”, agregó.

MÁS RECURSOS
Olivera dijo que el próximo viernes en el Congreso de Intendentes, Bertil Bentos “peleará los recursos” necesarios para afrontar la situación de emergencia vial, pero ratificó que la Intendencia de Paysandú está lista, aguardando que el tiempo lo permita, para comenzar a recuperar calles y caminos, ya que cuenta con la maquinaria necesaria para esta tarea y además se están agilizando “los trámites de adquisición de otra maquinaria”. El director general de Obras indicó que se habló con los proveedores “de manera que entreguen en forma inmediata, como sea, la maquinaria” y que eso dio buenos resultados porque se “empezó a recibir maquinaria para paliar la situación de emergencia”, especialmente motoniveladoras.

ESTADO CRÍTICO
Sconamiglio informó que Descentralización llevó a cabo “una recorrida en todo el departamento” tomando como eje las juntas locales. “Lo que más nos afectó fue que ya habíamos empezado con caminería nueva, como en Las Delicias, a lo largo de casi 12 kilómetros, afectando el tránsito de camiones y otros vehículos. Así nos pasó en el camino que va a Azucitrus y a Gallinal, que también sufrió un gran deterioro. Pero en general se puede transitar en todos lados. Estamos con la maquinaria pronta para salir”, agregó Sconamiglio.

PORVENIR
La alcaldesa de Porvenir, Sylvia Scaboni, aseguró que las lluvias constituyeron “un examen” para su municipio, ya que entre enero y febrero cayeron, en la zona de Porvenir, alrededor de 300 milímetros. “A pesar de que el municipio de Porvenir cuenta con escasa maquinaria, con el apoyo de Quebracho y de la Dirección de Obras veníamos trabajando desde hacía mucho tiempo, haciendo caminería, trabajando en circuitos lecheros; con buen material, aceptando sugerencias de los vecinos”, dijo. Agregó que los referidos caminos “resistieron dando pasada” pero, como cualquier camino de tosca, reportaron “algunas desmejoras”, aunque “lo importante fue que no recibimos ningún llamado de algún lechero diciéndonos que no podía salir”. Recordó que hace años “la gente de La Tentación o la que va desde Porvenir a la Tentación, quedaba aislada”, pero desde la construcción de una alcantarilla de seis bocas (se inauguró en noviembre de 2013), esta vez nadie quedó aislado”.

EN EL MUNICIPIO
DE QUEBRACHO
El alcalde de Quebracho, Mario Bandera, informó que desde fines de enero las lluvias registradas en su zona alcanzaron unos 300 milímetros. Recordó que actualmente en Quebracho se ejecutan importantes obras de construcción de desagües pluviales que, si bien aún no están listas, mejoraron la situación para vecinos cuyas viviendas solían inundarse como consecuencia de lluvias abundantes. “En estas lluvias se han comportado muy bien, porque aquellas fincas y terrenos que se anegaban no lo hicieron. La obra no está terminada pero sí se la pudo probar”, señaló el alcalde.