Opinion | 02 Mar Con muy poca difusión a nivel local se lleva a cabo actualmente un proyecto que procura dar un nuevo y vigoroso impulso a la música barroca. Punto clave de la iniciativa es la creación de una escuela para preparar músicos con ese fin específico. Los cursos correspondientes serán dictados en la localidad sanducera de Casa Blanca.
“El emprendimiento tiene como figura principal a la gran artista Cristina García Banegas, y cuenta con el apoyo económico de Eugenio Schneider, presidente del Frigorífico Casa Blanca, quien no gusta que le llamen ‘mecenas’, porque sostiene que es una palabra demasiado ampulosa. Sin embargo, con su apoyo Omnes se prepara para dar conciertos de música antigua, aquí y en el Interior; también para abrir una escuela y organizar un festival, con notorias figuras extranjeras”, según consigna el diario “El país” en una reciente edición.
La clases de dicha escuela serán dictadas en el pueblo Casa Blanca, procurando dinamizar la actividad cultural del lugar, y alcanzar también al litoral argentino, el sur de Brasil y lógicamente, al Uruguay todo.
Según se ha indicado serán clases para músicos profesionales, o sea que no se enseñará música a nivel básico, sino que se impartirán cursos para especializarse en música barroca. Los cursos tampoco serán de uno u otro instrumento específico, sino de todo lo que apunta al aprendizaje para ejecutar música antigua.
La denominada Escuela Orquesta de Música Barroca convocó a jóvenes de 15 a 28 años con conocimientos de violín, viola, violonchelo, contrabajo, órgano o teclado, y también cantantes con el objetivo de formar una orquesta-escuela y por estos días se llevarán a cabo las audiciones correspondientes.
El proyecto prevé también la realización de un Festival Internacional de Música Antigua del Uruguay, así como la presentación de destacados artistas de proyección internacional. Se indicó que vendrán músicos de Argentina, Italia, Brasil y Francia, y se realizarán coproducciones con Uruguay. Más allá del festival, la organización también implementará conciertos en Montevideo y el Interior.
El grupo impulsor del movimiento se complementa con el violinista Gastón Gerónimo, que se desempeña como director artístico. “Me gustaría remarcar algo: no es música erudita, es mucho más que eso. Porque la gente asocia música barroca con música erudita, pero a la vez que es erudita es popular, es mediata, es compleja, es simple, es todo. Porque cuando nos catalogan como instrumentistas eruditos, generan una distancia entre lo erudito y lo popular. Porque era música que iba desde el pueblo hasta la corte”, explicó Gerónimo. “Salían de la iglesia y salían todos a bailar”, agrega García Banegas, apoyando el razonamiento de Gerónimo.
“Yo quería agregar que si bien somos hijos de Europa, lo que va a haber en este emprendimiento no es solo Europa. Y ahí yo me siento especialmente responsable, con todo lo que tiene que ver con la música de la fusión de las dos Américas. Va a haber, entre otras sorpresas, un estreno, seguramente mundial, de unos maitines del Corpus Cristi, que son anónimos, que están en una biblioteca nacional de Bolivia, de aproximadamente 1710, 1715”, establece la destacada organista.
Es de destacar que estas actividades implican crecer en muchas áreas, entre ellas mejorar e ir a más en todo lo que tiene que ver con copias de instrumentos antiguos, y también con las cuerdas de tripa y demás elementos necesarios para su mejor ejecución.
Consultado por el periódico, Eugenio Schneider dijo no considerarse un mecenas: “lo que pasa es que yo a Cristina García Banegas la conocía a través de un amigo en común, aunque antes de conocerla ya sabía que era muy buena organista, que estaba viviendo en Uruguay, aunque podría estar viviendo en cualquier otro lugar del mundo, mejor que acá. Entonces eso siempre me conmovió un poco, aunque sin nada de lástima, lógicamente. Me pareció no un deber sino un placer apoyarlos”.
En resumen sorprende --gratamente por cierto--, que se haya lanzado un proyecto de tanta trascendencia para la actividad artístico musical y muy especialmente que el núcleo de este movimiento esté radicado en Casa Blanca con el apoyo económico de la importante industria frigorífica sanducera.
Y, lo único que corresponde hacer en este momento es brindar todo el apoyo posible porque sin duda alguna se trata de una oportunidad excepcional para que la música antigua vuelva a ser interpretada en todo su esplendor y pueda ser apreciada y disfrutada no sólo por los sanduceros sino fundamentalmente por “todo el mundo” en nuestro país y toda la región.
Y quizás, como resultado del movimiento conducido por la “batuta” de Cristina García Benegas, Gastón Gerónimo y Eugenio Schneider, dentro de muy poco tiempo podamos disfrutar un maravilloso “Festival de Música Barroca” nada menos que en la espectacular sala del Teatro Florencio Sánchez.