Locales | 28 Feb La “recuperación” de unos 1.500 apartamentos y casas en todo el país -90 de las cuales están en Paysandú- por parte de la Agencia Nacional de Viviendas, “no es solo de la vivienda, es la recuperación de varias cosas”, dijo a EL TELEGRAFO la presidente de la ANV, Cristina Finn, quien también afirmó que la morosidad de los clientes de la ANV bajó del 60% a un 5%.
La jerarca detalló que con las viviendas “se recupera un valor del Estado que estaba paralizado, porque son viviendas vacías y que estaban cerradas durante muchos años”. A su juicio, “también las recupera desde el punto de vista urbano y social, porque se entregan reparadas, reacondicionadas y por otra parte cambia el conjunto habitacional, porque cuando hay viviendas vacías, además de ser un atentado porque la vivienda es un derecho, también cambia la vida del propio complejo”.
Explicó esto en cuanto “además los que se anotan para las viviendas son jóvenes, y cambia la dinámica del complejo porque fueron construidos hace 30 o 40 años y la población en general son adultos mayores. Por eso este intercambio generacional es un plus que tiene esta política, que no es solo la vivienda”.
Adelantó que este año habrá otro sorteo de viviendas recuperadas en Paysandú, y que no se trata solamente de viviendas vacías, sino que “también ejecutamos por falta de pago, algunas van a remate y si no hay ofertas en los remates las ponemos en comercialización”.

“NOS FALTA MUCHÍSIMO”
Con respecto a la demanda de viviendas por los uruguayos, dijo que “nos falta muchísmo, aunque en Paysandú --por ejemplo-- se está comenzando con otros programas, como los cuatro proyectos de las viviendas de interés social” (uno que ya entregó viviendas y dos que están en construcción avanzada) y es algo que está “prendiendo”, y hubo “muy buena respuesta en Montevideo, con más del 80 por ciento del total de las construcciones, y en barrios que hace muchos años que no se construía, por lo que hay también una renovación del stock habitacional. Y, por otra parte, el Interior viene aceptando más despacio esta propuesta”.
Detalló que “muchos de los proyectos, más del 60%, son proyectos de menos de 20 viviendas; ahí está el inversor mediano y generalmente con capital nacional. Los proyectos grandes (como los dos que se construyen en Paysandú) son mixtos, a veces el capital es de afuera y hay un empresario uruguayo, y el destino final es para arrendamiento, porque no siempre es para la venta”.

PREOCUPAN LOS PRECIOS
También dijo que “estamos preocupados por los precios, se está haciendo un fuerte monitoreo y seguimiento para que no se nos desvirtúe la herramienta que lo que pretende es llegar a la población de ingresos medios y medios bajos”, y esto no siempre se respeta porque “en Montevideo no todas las zonas tienen tope de precios, pero sí hay en el Interior”.
Al respecto, dijo que “vamos a volver porque hay que difundir más este instrumento, difundir también el fondo de garantía de créditos hipotecarios que permita a las familias acceder a un préstamo hipotecario, para las familias que tienen la capacidad de pagar una cuota pero no tienen para hacer el ahorro previo. Y en este caso con el fondo de garantía se baja el requisito de los bancos, que es de un 30%, a un 10%, con los bancos que han adherido al fondo” que son el Santander, HSBC, Comercial, República e Hipotecario. Con este programa se puede financiar hasta el 90% del valor de la vivienda en un plazo máximo de 25 años.

BAJÓ LA MOROSIDAD
Consultada sobre el cobro de las cuotas (recupero) y cómo están los porcentajes, dijo que “nosotros hacemos el recupero de los programas del Ministerio de Vivienda y quedamos con la cartera que fue transferida del Banco Hipotecario. En estos últimos, el banco tenía una morosidad del 60 por ciento y lo hemos bajado a menos del 5%, y queremos bajarlo aún más este año. Y eso se hizo con un seguimiento, tratar de que la gente no se atrase, porque es una forma de asegurar la permanencia de la familia en esa vivienda. Y por otro lado porque ese recupero permite después construir más viviendas para aquellas familias que todavía no han accedido”. Además, en la ANV “hacemos todos los servicios para el Ministerio de Vivienda respecto al sistema cooperativo. Desde el estudio de viabilidad de terreno, el estudio social, económico y arquitectónico, el proyecto definitivo, terminación de obra y después el recupero, el préstamo que otorgó el Ministerio lo cobramos en la Agencia. Y esto ha resultado en un recupero histórico con el cooperativismo, por los convenios que se han firmado con Fucvam”.
En el caso de Paysandú, “hay más de 400 viviendas en obra y se va a llegar a más de mil viviendas en el departamento, lo que es algo muy importante”.

VIVIENDAS DE OTROS MATERIALES
Sobre si se apoyan los proyectos que tienen viviendas construidas con materiales no tradicionales, más livianos y económicos que los ladrillos y el cemento, Cristina Finn dijo que “en la construcción de viviendas con materiales no tradicionales, el Ministerio en este período ha sido muy receptivo a distintas propuestas. Pero debemos asegurar que sea de una calidad buena, y para eso se les pide un documento de aptitud técnica que lo otorga la Facultad de Arquitectura a través del Instituto de la Construcción, y la comisión institucional conformada por el Laboratorio tecnológico del uruguay (LATU), la Facultad de Arquitectura, la Cámara de la Construcción, la ANV para asegurar que el sistema sea bueno”.
También se tiene en cuenta el precio final, y dijo que “en ese tema sobre lo tradicional tiene la ventaja que se hace más rápido y por lo tanto el costo es menor. Pero estamos dando los primeros pasos, habrá que ir evaluando los recultados”.