Productores de la zona

Rurales | 05 Mar Casi 50 agricultores de Río Negro, Paysandú y Salto expusieron los problemas ocasionados por palomas y loros en sus cultivos a jerarcas del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) durante una reunión en el Auditorio Municipal de Quebracho, a la que concurrieron invitados por Natalia Moreira y otros referentes de la producción local.
Por el MGAP concurrió el director general de Servicios Agrícolas (Digesa), ingeniero agrónomo Inocencio Bertoni; el asesor del ministro, Julio Pintos; el encargado de Manejo de Plagas de la Digesa, ingeniero Santiago Contarin y el asesor ingeniero agrónomo Juan Ihlenfeld.
En la oportunidad, el ingeniero Bertoni mencionó que “esta problemática tiene muchos años”, entendiendo que “la forestación no aumentó el problema, ya que las aves se desarrollan básicamente en los montes nativos”.
Según Bertoni, los cebos tóxicos no funcionan y existen limitaciones legales para su uso aunque “se siguen usando, pero eso no va a bajar el número de palomas”. Aclarando que “no hay un producto que mate todas las palomas”, dijo que el Ministerio “está trabajando intensamente en la investigación de un producto que reduciría la capacidad reproductiva de las palomas”, lo cual “en Estados Unidos también se estudia con la misma finalidad”.
El productor Sergio Pastorini informó que “en 2012, solo en la zona de Quebracho, se resembraron 2.500 hectáreas de soja y –a causa de las palomas-- parcelas que prometían 4.000 kilos por hectárea dieron 500”, en tanto contradijo al ingeniero Bertoni, alegando que “la forestación contribuye al desarrollo del problema”.
Tras varias intervenciones, Bertoni informó de “un convenio con el INTA (similar al INIA uruguayo) para implementar iguales trabajos, estudios y acciones, debidamente coordinadas para aumentar la efectividad en regiones próximas al río Uruguay”. En tanto, los productores pidieron que el MGAP cumpliera, “tratando urgente esta problemática que nos duele y mucho en el bolsillo y necesita se arbitren soluciones”.
Algunos aseveraban la existencia de una nueva variedad de palomas, capaz de recorrer 150 kilómetros tres veces al día para llevar comida a sus pichones; otros, incluso Bertoni, consideraban que las aves son las mismas pero que han cambiado sus hábitos por la variedad de cultivos, sistemas de siembra, etcétera”.
Otros productores proponían como vía de solución “la instrumentación de un seguro que atienda eventuales daños”, lo que según Bertoni “no es fácil de aplicar, pero no quita que sea algo que consideremos y estudiemos”.