Paysandú, Viernes 14 de Marzo de 2014
Locales | 08 Mar El Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma), ha incorporado medidas adicionales para facilitar a la población de determinada franja de ingresos el acceso a las viviendas que se construyen por empresas privadas al amparo de la Ley de Vivienda Social, destacó a EL TELEGRAFO el titular de la citada dependencia, arquitecto Francisco Beltrame.
Puntualizó que entre otros aspectos se otorgan garantías por el Estado para que el aspirante a una vivienda de este tipo pueda acceder a un préstamo bancario de hasta el 90 por ciento del valor de la vivienda, en lugar del 70 por ciento anterior, por lo que se ha bajado la exigencia de ahorro previo con este fin, a la vez de topearse el valor de las unidades a las que se aplica este beneficio, para evitar que se dispare el precio de las viviendas que se construyen.
Manifestó Beltrame a EL TELEGRAFO que respecto a la gama de modalidades que se ofrecen por su ministerio existen alternativas como “la construcción a través de empresas privadas, que son viviendas nuevas que se licitan y luego se llama a las familias para que se inscriban con ahorro previo exigido del orden del ocho por ciento del valor de la vivienda. Es decir que el ministerio contrata a empresas para construir”.
“Tenemos además los emprendimientos cooperativos, como las cooperativas de ayuda mutua, de ahorro previo, de propietarios, de usuarios, y en este sentido Paysandú tiene una larguísima tradición y un patrimonio muy importante en materia de vivienda a ese nivel. Hay al día de hoy en construcción en cooperativas más de cuatro mil viviendas. A la vez hay nuevos programas que entiendo que son de los elementos llamativos, de los que consideramos clave, que tienen que ver con refacción y mejora de vivienda, porque tradicionalmente las políticas públicas no lo abordaron sistemáticamente y la importancia está en que por cada vivienda que falta a nivel de déficit, hay seis o siete viviendas que presentan alguna deficiencia”, explicó,
“Por ejemplo, están las que hay que hacerles el baño a nuevo o hacerles el baño porque no cuentan con uno, ya sea que haya que cambiar el techo, reparar humedades, cambiar aberturas, hacer la instalación eléctrica, lo que se hace con préstamos a cinco años que se manejen en conjunto con las intendencias municipales. El ministerio brinda los recursos económicos para los préstamos, que se pactan en unidades indexadas a cinco años y sin intereses y a su vez el asesoramiento técnico está brindado por posibilidades de contratación a partir de recursos del ministerio por parte de las intendencias”, acotó.
RELOCALIZACIONES Y CONSTRUCCIONES PRIVADAS
Por otro lado “tenemos un programa específico de relocalización que atiende a aquella población que está en las situaciones más difíciles, porque estamos hablando de la población que está asentada en terrenos recurrentemente inundables, o suelos contaminados.
Estos programas tienen diversidad de formas de desarrollarse pero básicamente son programas a ejecutar con las intendencias municipales, sobre tierras públicas, en la cual tiene el componente de compromiso de exigencia a los gobiernos departamentales de que la tierra que es objeto de la salida de la población, debe transformarse en parques o lugares que no se vuelvan a ocupar por asentamientos”. Asimismo se ofrece el programa de garantía de alquileres, “que es de las garantías más baratas que hay en el país, porque aparte de ser más económica no solamente considera los ingresos formales del núcleo familiar. Pero además contamos con el programa de viviendas de interés social en el que el que construye es el inversor privado, el que tiene exoneraciones impositivas y al que se le han agregado dos instrumentos generados a partir de la propia ley.
Uno de ellos es el fondo de garantía del Banco Hipotecario, el que posibilita participar no solamente a los bancos estatales República e Hipotecario, sino también a cuatro bancos privados que adhirieron al sistema y que estos bancos puedan prestar hasta el 90 por ciento del dinero para la casa, de forma que no sea exigible más de un 10 o un 15 por ciento de ahorro para la compra de viviendas usadas o promovidas al amparo de la Ley de Inversiones para Viviendas de Interés Social”.
MENOS AHORRO EXIGIBLE
“Esto es clave para determinados sectores, porque obviamente achica la necesidad del ahorro, si tenemos en cuenta que para una vivienda de cien mil dólares, normalmente un banco para prestarle le exigía 30.000, pero a través de este instrumento con un diez por ciento, o sea la tercera parte de lo que era exigible antes, se puede acceder y el Estado se hace garante por este tramo que va entre el diez y el treinta por ciento, dándole confiabilidad a bancos que han adherido a este mecanismo”, puntualizó.
Consideró además que “a su vez a los inversores privados les decimos que el fondo de garantía hipotecaria funciona solo para una gama de precios con un tope, y además les decimos que si ellos construyen a determinado valor, nosotros a su vez vez a las familias que tengan el ahorro pero no tienen el ingreso suficiente para ser sujetos del crédito por el cien por ciento que se requiere, estamos dispuestos a aplicar subsidio a la cuota por una porción de hasta el cincuenta por ciento que paga la familia para acceder al crédito, para que la demanda pueda responder a esa nueva oferta que está saliendo”.
AUTOCONSTRUCCIÓN
Mencionó además los programas de autoconstrucción en terreno propio, que los desarrolla el Ministerio de Vivienda, de los que también se hacen en terreno público, en convenio con los gobiernos departamentales, “y hay además otros instrumentos para financiar a través del ministerio, como es lo que se realiza por el Mevir tanto en la modalidad de Unidades Productivas como en las Unidades Nucleadas”, puntualizó.
“Asimismo contamos con programas más específicos, que se desarrollan a partir de la Agencia Nacional de Vivienda, que de alguna forma es uno de los brazos ejecutores que tiene el ministerio. Ahí está toda la política de recupero de los distintos conjuntos y línea de crédito por ejemplo a conjuntos habitacionales para disponer de reparación, refacción de los espacios comunes de estos complejos”, señaló Beltrame.
“Tenemos por lo tanto diez o doce sistemas, porque contamos asimismo con el trabajo que realiza el programa de mejoramiento de barrios del PIAI, Programa de Integración de Asentamientos Irregulares, por los que se busca dotar de infraestructura para regularizar la tenencia de tierra en distintos departamentos”, significó.
Evaluó el titular del Mvotma que “es por lo tanto amplio lo que hay para ofrecer en materia de instrumentos en el área de la vivienda.
En algunos de estos programas hemos incursionado en la innovación tecnológica, con la búsqueda de formas que nos permitan abaratar los costos de construcción siempre partiendo de que todo programa de vivienda requiere del esfuerzo propio de la familia, ya sea a través del ahorro o de su trabajo, la necesidad de un préstamo y la necesidad de subsidio, porque no todas las familias tienen las condiciones para acceder a un préstamo del producto que nosotros impulsamos”.
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