Escribe el Dr. Rodolfo Canabal

Locales | 11 Mar Según ha informado recientemente “Búsqueda”, el gobierno estudia actualmente un nuevo plan para la reestructura de los servicios ferroviarios, algo ciertamente muy importante que justifica volver sobre el tema, sin duda de gran trascendencia para el país.
Sobre el nuevo plan en estudio nos limitamos a señalar que está pensado sobre la base de separar en dos estructuras la operación de los servicios ferroviarios, para procurar su mejor rentabilidad: AFE tendrá a su cargo la infraestructura y los servicios de pasajeros, sin duda porque normalmente no generan ganancias. En tanto los servicios de carga serán atendidos por una sociedad anónima bajo el nombre de Servicios Logísticos Ferroviarios, SLF (integrada por AFE y la Corporación Nacional para el Desarrollo). A estar a lo que se analiza y proyecta, AFE demoraría muchos años, por lo menos hasta 2025, en generar utilidades, en tanto SLF comenzaría a producirlas en 2016. Pero se entiende que sobre tal base hacia 2015 AFE lograría su equilibrio, conformado con lo que produzcan los servicios y los aportes financieros del Estado; estarían recuperadas en general las vías ferroviarias. Al respecto se acuerda gran importancia a la línea a Fray Bentos.
Si ello se lograra sería sin ninguna duda algo muy importante para el país, atento a lo que muchas veces hemos señalado y hoy se resumirá para poder advertir su trascendencia.
Lo primero a señalar es que el ferrocarril es particularmente apto para el transporte de grandes y muy pesadas cargas, y que su actual déficit de funcionamiento ha impuesto que ellas se deban cargar en camiones y semirremolques, con importantes daños para las carreteras nacionales, y por tanto con gran incremento de la erogación de recursos presupuestales para su mantenimiento, y también en algunos casos para su reconstrucción. Al respecto es oportuno recordar la diferencia que en tal aspecto existe con los ferrocarriles, pues ellos deben construir y mantener sus vías. Buena parte de lo que hoy se destina a tal mantenimiento sería posible destinarlo para rehabilitar los ferrocarriles.
Es también el ferrocarril el medio más conveniente de transporte para realizar la conexión de las cargas arribadas por vía marítima con los diversos centros urbanos, vale decir para cubrir los servicios logísticos.
Es oportuno hoy recordar que, tal como con anterioridad también aquí se señaló, la red ferroviaria nacional, proyectada en 1884, es considerada excelente, al punto de que se ha dicho por especialistas en la materia que quienes la proyectaron se adelantaron más de un siglo, pues le dieron proyección regional e integradora, dado que todas las redes desde entonces tuvieron conexión con otros ferrocarriles y con otros mercados, y también está conectada al puerto metropolitano.
Las razones expuestas, y muchas otras coincidentes con ellas, concuerdan con lo que se expuso en esta columna, sustentado por quien estaba al frente de una importante empresa constructora, en el sentido de que “el tren puede cambiarle la vida al país”, quien señaló que recién ahora se empezó a advertir lo que significa el transporte ferroviario, muy necesario por la explosión que han tenido las agroindustrias en los últimos años. Por tanto, sin perjuicio de reiterar que dicho sistema de transporte honra a quienes fueron capaces de proyectarlo y de ejecutarlo, y también al país que lo puso en eficaz funcionamiento, es menester volver a expresar que, por encima de todo, pone en evidencia el muy poco explicable error que ha sido que no se advirtiera oportunamente todo lo que significó dejar deteriorar tan gravemente sus instalaciones y servicios. Por todo ello cabe sustentar la esperanza de que los estudios que hoy realizan las autoridades culminen con el pleno restablecimiento de tan importantes como insustituibles servicios.