Deportes | 11 Mar La concresión del partido entre Uruguay e Irlanda el próximo 30 de mayo en Paysandú pende de un hilo, teniendo en cuenta que la decisión del cuerpo técnico que lidera Oscar Tabárez es jugarlo en Montevideo, así como también el que servirá como despedida, ante Eslovenia.
Aníbal De Olivera, secretario general de la Asociación Uruguaya de Fútbol, informó a EL TELEGRAFO que la realización del partido en Paysandú “está complicada”, teniendo en cuenta que “el cuerpo técnico nos pasó la planificación y recomienda que el compromiso se juegue en Montevideo. Por ahora no hay otra. Es una lástima, pero nosotros no somos los entrenadores”.
Más allá de que la idea de la AUF es poder llevar a la selección más allá de Montevideo, y de que el propio De Olivera aceptó que “nos han llamado de varios lados para contar con ese partido”, la prioridad es de Paysandú. Es, porque más allá de que está complicada la situación, desde la Intendencia se confía en poder dar vuelta la historia.
¿Por qué Tabárez no quiere moverse de Montevideo? “Se entiende que se perdería un día de entrenamiento, que es vital. Y además a esa altura el plantel no va a estar depurado, por lo que tendrían que viajar todos los futbolistas más allá de que a algunos no los vaya a utilizar. Además, se entiende que hacer viajar a todos los jugadores altera el tema de la comida y demás”, dijo De Olivera.
Para Tabárez, cada día de entrenamiento con la selección será más que importante, y viajar a Paysandú alteraría la planificación dado que se perdería un día de práctica con los futbolistas que seguramente no serán tenidos en cuenta entre los 23 que irán al Mundial, y sería en vano traerlos a Paysandú para no estar siquiera en el banco de espera.
Tampoco llamó demasiado la atención el hecho de quizás tener que cenar en el avión de retorno a Montevideo, o bien retrasar el vuelo para comer en nuestra ciudad, más allá de lo que se entiende complica en medio de la preparación el hecho de movilizar al equipo, interfiriendo con el descanso y la recuperación, entre otras cosas, más allá de tratarse de un viaje de 380 kilómetros y tan solo una hora en avión. Más allá de que la llegada de la Celeste a Paysandú pende de un hilo, todavía no está dicha la última palabra. Aunque el maestro Tabárez quiere jugar en Montevideo.