Precandidato presidencial Pablo Mieres

Locales | 15 Mar “Vamos a trabajar intensamente para convencer a los ciudadanos de que no vuelvan a darle tal crédito al partido de gobierno. Obviamente reconocemos que la actual mayoría absoluta es legítima en la medida que es el resultado del voto popular. Justamente, lo que queremos es que el voto popular se la quite el próximo mes de octubre”, destacó el precandidato presidencial del Partido Independiente, Pablo Mieres, reafirmando su postura de que el próximo gobierno no debe contar con mayorías absolutas en el Parlamento.
Subrayó que en la historia del país hubo mayoría absoluta solamente en tres oportunidades antes de 2005, pero que éstas se otorgaron a partidos fraccionados “que no actuaban con la férrea disciplina partidaria que caracteriza al Frente Amplio”. Observó que el presidente electo o el Consejo de Gobierno en épocas del colegiado debía buscar los acuerdos políticos, permanentes o puntuales, que le permitieran obtener el respaldo parlamentario suficiente para aprobar las leyes, lo que se hizo siempre hasta la reciente década. Recordó que hubo gobiernos con apoyo parlamentarios extrapartidarios entre blancos y colorados, fundamentalmente a través de fracciones, pero asimismo hubo períodos en que el presidente se quedó sin mayoría parlamentaria. “Por otra parte, eso es casi la regla en algunas democracias sólidas como Estados Unidos, en donde el presidente suele quedarse sin mayoría en el Congreso en la mitad del mandato y se las arregla para seguir gobernando”.
Indicó que la novedad para Uruguay es “la mayoría absoluta frenteamplista de esta década”, porque “funciona regimentada y sometida a una rigurosa disciplina partidaria que incluso ha sancionado a aquel legislador que se ha atrevido a votar diferente. En estos años hemos visto circunstancias sorprendentes. Como por ejemplo legisladores que anuncian su opinión en contrario y votan luego por disciplina partidaria lo que el partido manda. Hemos visto legisladores que opinan diferente, lo anuncian y, acto seguido, piden licencia para que entre su suplente a votar alineado con su partido lo que el titular no quería votar”.
Incluso “hemos conocido declaraciones expresas de dirigentes y legisladores que reconocen que una norma es inconstitucional y sin embargo la votaron igual por disciplina partidaria. El respeto a la Constitución por debajo de la disciplina al partido”, puntualizó.
Consideró que “es una mayoría absoluta de un partido regimentado que obliga y presiona a sus legisladores a votar alineados, incluso contra la propia Constitución de la República”, lo que ha derivado en que no se votaran comisiones investigadoras en el Parlamento “porque la mayoría absoluta frenteamplista se opuso a cualquier iniciativa de ese tipo. Vale señalar en particular el bloqueo a la formación de una comisión investigadora en el caso Pluna que, por mil razones, había mérito para realizar una investigación parlamentaria. Hace diez años que el Parlamento no investiga nada”.
Destacó que el problema mayor no es sólo la existencia de un partido que funciona con disciplina parlamentaria regimentada, sino que “ese partido además pone a esa disciplina partidaria como el valor superior a cualquier otro”, y consideró que “por eso es tan importante quebrar la mayoría absoluta del Frente Amplio”.