Paysandú, Miércoles 19 de Marzo de 2014
Opinion | 14 Mar Basta viajar, y especialmente residir algunos años en otro país, para apreciar las bondades del sistema público de salud de nuestro país. Aun cuando dista mucho de ser realmente adecuado a las necesidades de todos los pacientes.
Edificios antiguos, tecnología sin actualización, personal sin capacitación permanente. En fin, nuestros hospitales tienen ciertamente mucho por mejorar. La medicina mutual privada también tiene que hacerlo, y aun no se ha realmente puesto a tono con el aumento de afiliados, tras instrumentarse el Sistema Nacional de Salud.
Pero así y todo, la medicina en Uruguay se destaca por buenos profesionales y personal que cumplen con hipocrático interés su profesión. Basta arrimarse a cualquier sala de urgencia de un hospital público para comprender que aunque no se tenga ningún tipo de cobertura, de todas formas, se tendrá la atención, cuando menos básica.
No ocurre lo mismo en otros países, donde el seguro de salud es realmente caro. Y si bien quienes no lo tienen igualmente pueden acceder a la atención médica, lo hacen mediante créditos mandatorios, a los que quedan obligados por años.
Pese al precio de los tiques y de las cuotas mutuales, de todas formas en Uruguay se accede a un buen nivel de atención con un costo que --comparado con precios internacionales-- es accesible. Especialmente teniendo en cuenta que muchos medicamentos e insumos son importados.
No obstante, lo que hoy parece barato, mañana nos puede resultar totalmente imposible de pagar. Y es lo que ocurre con las enfermedades de alta complejidad o aquellas incluso de difícil recuperación, caso del cáncer.
Quizás sea tiempo de establecer sistemas complementarios de atención de salud, especialmente en el caso de enfermedades complejas o raras. Si el seguro tradicional no cubre tal o cual tratamiento o medicación, pero ésta es imprescindible para apostar por la vida, entonces el sistema de créditos mandatorios aparece como una opción.
Obviamente, existe el Fondo Nacional de Recursos, pero este también tiene limitaciones. Pues, cuando ni siquiera este organismo cubre la atención de salud, los ciudadanos tenemos igualmente todo el derecho de luchar hasta el final contra la enfermedad por compleja que sea. Si hay que tomar un crédito, que así sea. Pero hoy, esa posibilidad ni siquiera está integrada al sistema tradicional de atención médica comunitaria.
Así, igual que antes, igual que siempre: solamente los ricos. No es de ellos, aclaremos, la culpa. Sino de un sistema incapaz de extender a los demás las posibilidades de atención médica cuando más se necesitan.
EDICIONES ANTERIORES
A partir del 01/07/2008
Mar / 2014
Lu
Ma
Mi
Ju
Vi
Sa
Do
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
12
Diario El Telégrafo
18 de Julio 1027 | Paysandú | Uruguay
Teléfono: (598) 47223141 | correo@eltelegrafo.com