Locales | 16 Mar Dos biólogos de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República se encuentran en Paysandú realizando una investigación consistente en la extracción de muestras de roedores para su posterior análisis en laboratorio y comprobación de la circulación del hantavirus en Paysandú, tras la confirmación de dos casos, uno de los cuales resultó mortal.
El Licenciado Andrés Cabrera y el doctor Mario Clara coincidieron en señalar que “generalmente los casos de hantavirus se han registrado hacia el sur del Río Negro, con la excepción de un caso en Artigas en 2010, sin confirmar, y dos casos en los últimos meses en Paysandú” que “generó un llamado de atención” al equipo técnico que investiga en torno a la prevalencia del virus.
Clara expresó a EL TELEGRAFO que tal situación resultó “interesante porque en realidad hay 17 especies de ratones silvestres en Uruguay, tres especies introducidas que son el minerito, el ratón que se encuentra en las casas y las dos especies de ratas, además de variadas especies autóctonas”.
De ese total, “hay tres que son hospederos de hantavirus, de los cuales el más común es el ratón colilargo chico que realmente transmite la enfermedad. Las otras especies cuentan con menores posibilidades. La cuestión es que las tres especies están presentes en todo el Uruguay y siempre nos preguntábamos por qué había solamente casos de hantavirus al sur y no se registraban en el norte”.
Clara explicó que existen varios factores, donde incide la mayor densidad poblacional. “Más de la mitad de los uruguayos está al sur del país y de esa mitad, la gran mayoría vive en la costa. Si bien Paysandú y Salto cuentan con una población importante, lo cierto es que en el Interior hay poca gente. Son menos de un habitante por kilómetro cuadrado, entonces la probabilidad que una persona se encuentre con un ratón es mucho más alta en el sur que en el norte”.
Por otro lado, la actividad agropecuaria en el sur está orientada a la horti-fruticultura, al tiempo que en el resto del territorio se registran mayores extensiones de campo, con ganadería y forestación. Los técnicos se encuentran en un tambo ubicado en la zona de Constancia, donde estudiaron las condiciones del ambiente, así como dialogaron con los productores y autoridades departamentales de salud que brindaron los datos epidemiológicos del caso de muerte por hantavirus constatado en Paysandú.
A partir de allí observaron las condiciones de los lugares donde se desempeñaba el trabajador fallecido, instalaron trampas para capturar al roedor y efectuaron las tareas de muestreo, consistentes en la extracción de órganos y sangre que serán analizadas en Montevideo. “Las muestras se guardan en la colección de la Facultad de Ciencias en formol para consultas posteriores y es una especie de garantía de que el trabajo se hace bien”, señaló Clara.
El biólogo subrayó que “no podemos asegurar que la persona se haya enfermado allí donde trabajaba, porque esto pudo ocurrir en otro lugar. Estamos ahí porque la persona vivía y trabajaba en ese tambo”.
Según el docente de la Facultad de la Ciencias, “hay que encontrar el reservorio y probablemente no lo encontremos con la lluvia. Los ratones son mamíferos, comen todos los días porque tienen un metabolismo muy alto e igualmente lo hacen en días de lluvia. Las trampas son colocadas con cebos y si el atrayente se moja, no emite tanto olor, bajando las probabilidades de la caza”, reconoció el viernes tras las intensas precipitaciones registradas durante esa jornada.
Sin embargo, de las decenas de roedores atrapados durante el fin de semana, “existe uno con el potencial virus debido a las características de su especie” y agregó que hasta hoy domingo habrán colocado “unas quinientas trampas aproximadamente” entre el emprendimiento agropecuario y otros sitios elegidos.
Desde hace un año Clara y Cabrera, junto a otros expertos de la Facultad de Ciencias, llevan adelante un proyecto financiado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), a través del Fondo “María Viñas” y otro por la Comisión Sectorial de Investigación Científica (CSIC) de la Universidad de la República.
Cabrera explicó que “la propuesta técnica está basada en el estudio y la circulación de hantavirus en el Uruguay, tanto a nivel humano como a nivel de reservorios. Es una línea que se viene estudiando desde hace muchos años en la Facultad de Ciencias”.
El biólogo añadió que “estos proyectos cuentan con un enfoque interdisciplinario con zoólogos, virólogos y médicos”, en contacto permanente con el Ministerio de Salud Pública. “Cuando hay un caso, venimos a través de estos proyectos que financian el trabajo de salir a buscar los roedores” y puntualizaron que han llevado adelante una investigación similar en Las Piedras, Costa de Oro, Rocha, Maldonado, Florida, Colonia, Artigas y Rivera. Los biólogos concluyeron en que han constatado un aumento de la prevalencia del virus en los diversos lugares visitados.