Opinion | 17 Mar El equipo económico de gobierno adoptó medidas para evitar que la inflación llegue al 10%, tomando en cuenta que trepó a 9,82% en el acumulado de 12 meses. En tanto, apura la aplicación de la rebaja del IVA en las tarifas de Antel, UTE y el aumento del subsidio a la cuota mutual para que a mitad del año suba menos de lo previsto.
En una visita que realizó a la localidad de Gregorio Aznárez, donde el Estado recuperó 4.000 hectáreas para un proyecto socioeducativo, el presidente José Mujica habló de la inflación y explicó una de las razones que –a su entender-- pesan sobre los guarismos.
Para el mandatario, los uruguayos “compran y compran y compran y compran. Es difícil el tema, porque hay mucho poder adquisitivo en la gente, y la gente compra y compra y compra y compra; y si no tiene para comprar, consigue crédito y sigue comprando. Es bravo”, señaló.
A través de la fina trama, se observa en algunos casos un relativo cambio de discurso. Si antes se presentaba como un logro del gobierno el aumento del poder adquisitivo de los uruguayos y la posibilidad de una mayor circulación del dinero plástico, hoy nos damos cuenta que el peso del endeudamiento interno es difícil de sobrellevar.
Los mensajes de la dirigencia política hacia la población –a veces-- deberían manejarse con mayor cautela para no cometer viejos errores del pasado. Si en otras épocas se inducía a sostener la confianza en el dólar, demostrando la imposibilidad de un desequilibrio, solo alcanzaron unos pocos años para observar su crítico protagonismo en medio de una de las peores crisis.
En los últimos años se ha enfatizado acerca del mejoramiento económico, con incrementos salariales y aumento del crédito al consumo. Eso repetido mil veces, se refleja en la sociedad consumista a la que tantas veces el primer mandatario ha hecho referencia en sendas entrevistas a medios nacionales y extranjeros.
Si los uruguayos “compran y compran y compran y compran” es porque existen las facilidades para hacerlo y se permite la existencia de un amplio abanico de préstamos con prácticamente pocas exigencias. “Es bravo” cambiar la arenga ahora para que entendamos que “el consumismo nos sume en un feroz individualismo que a veces es consciente y a veces no es consciente”, como dijo el presidente.
Imposible. Hay nueve años de discursos y esfuerzos por comparar a la igualdad social con el poder adquisitivo y demostrar que esos aspectos nos hacen menos resentidos. Ahora hay que adoptar otras medidas que, tal vez, se podían tomar de igual manera y sin la inflación al acecho. O como dice una publicidad: “algún día te vas a avivar”...