Paysandú, Sábado 29 de Marzo de 2014
Rurales | 26 Mar Más de 80.000 hectáreas de predios con pasturas naturales en nuestro país, son monitoreadas actualmente en forma satelital, convirtiéndose en una herramienta “formidable”. De esta manera, los productores tienen una información concreta y pormenorizada de lo que producen su campos, y fundamentalmente, conocen de mejor manera la capacidad de carga para sus potreros.
En el marco de una jornada promovida por el Plan Agropecuario y la Asociación Rural de Paysandú, un interesante número de productores y técnicos participaron de la charla brindada por el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, relacionado al manejo de pasturas naturales, hacia una ganaderia de precisión, oportunidad en la que el técnico sanducero explicó detalles de la herramienta que se está utilizando, que es el seguimiento forrajero vía teledetección.
En el año 2010, el Plan Agropecuario firmó un convenio con la Facultad de Ciencias y la Universidad de Buenos Aires para comenzar a trabajar sobre la medición del crecimiento de las pasturas utilizando tecnología satelital. Desde 2011 se viene trabajando sobre distintos predios que se ubican en todo el país. De esta manera comenzaron a realizarse mediciones mensuales que le permiten al productor tener otra fuente de información para tomar decisiones prediales. Pereira recordó a EL TELEGRAFO, que actualmente “hay más de 80.000 hectáreas monitoreadas, lo que nos permite lograr una buena caracterización de las diferentes áreas. Una de las áreas que mejor se puede caracterizar es en la zona de basalto, en la cual hay supremacía de los predios que se monitorean”, dijo.Ésto permite caracterizar y ver la funcionalidad y productividad de las pasturas, con una retroactividad hasta marzo del año 2000, “y tener una serie de años en donde se conozca la productividad es muy importante para tomar mejores decisiones con objetividad”, subrayó el profesional sanducero. A través de un excelente trabajo de investigación, Pereira exhibió en la charla la curva de producción de los campos de basalto y cuánto producen. Manifestó que el promedio de los predios de basalto “están produciendo cerca de 4.000 kilos, aclarando que los predios tienen mezcla de basalto profundo, superficiales y medios. Los que producen más, están por encima de los 4.500 kilos y los de menos en el orden de 3.600 kilos.Ésto nos permite calcular la capacidad de carga”, explicó. “Se sabe que el índice de cosecha en campo natural raramente supera el 50%, por lo que teniendo ese dato y la productividad de pasturas se puede calcular la capacidad de carga promedio, que oscila en 0,70 a 0,73 Unidad Ganadera (UG) por hectárea, con una variabilidad que puede ir de 0,68 hasta 0,78 UG.
Entiende que conocer esta cifra “es muy importante por que permite saber cuántos animales podemos poner arriba de un campo, siempre y cuando esos animales produzcan bien y ese recurso no se deteriore”.
Durante su alocución, Pereira mostró lo que sucede entre los meses, señalando que el mes que produce menos en el basalto es junio y noviembre el que produce más. Además de realizar un ajuste de carga y manejar valores seguros, también se pueden manejar probabilidades. En tal sentido, indicó que “el productor puede saber cual es la probabilidad que tiene su potrero de aguantar una carga alta”. Otro factor importante es hacer diferimiento de forraje de otoño, “aunque en el basalto también se agrega el de primavera, lo cual es muy barato para los ganaderos y muy útil, para eso hay que tener la carga ajustada”. Para saber qué potrero diferir, “esta caracterización nos permite con suma objetividad, cuáles son los potreros que producen más en el otoño y los que van a producir más en primavera”.
ALTA PRODUCCIÓN
Pereira expuso en su disertación sobre la visión del Plan Agropecuario, en el que los predios no solamente sean campos naturales, “sino también deben tener lo que denominamos módulos de alta producción forrajera”.
Sostiene que Uruguay tradicionalmente mira a Australia lo cual es equivocado, “ya que es un país que tiene un clima radicalmente opuesto al nuestro. A pesar de que llueve lo mismo que en Uruguay, la distribución es totalmente desigual. Además, nosotros somos de origen pastoril y ellos de origen boscozo, y a ellos las praderas les duran mucho y a nosotros no nos duran nada”, acotó Marcelo Pereira.
Explicó que el módulo de alta producción forrajera depende de lo que quiera el productor. “Pueda ser sencillamente un bajo mejorado con leguminosas, con pasturas naturales fertilizadas; una rotación agrícola ganadera con inclusión del riego.
COLONIA
La zona con mayor avance en la investigación del monitoreo satelital en nuestro país, se ubica en la colonia Juan Gutiérrez, departamento de Paysandú, además de ser el único lugar en donde una colonia entera está siendo monitoreada (27 predios), en donde cada productor recibe la información.
Las consultas de los productores pasan por entender lo que están viendo, y la caracterización de la producción forrajera. “Lo primero que ve el productor es una enorme cantidad de datos, y una vez que empieza a manejarlos, ve cuánto produce su campo, y le informamos cuál debe ser su capacidad de carga”. Al conocer el rango de la capacidad de carga que se está trabajando en la colonia, “se puede llegar a concluir, por ese dato, la eficiencia del tipo de pasto”. Después surge la identificación de la productividad de los diferentes potreros, señaló el Pereira.
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