Policiales | 29 Mar Noel Juan Carlos Blanco Borges había sido capturado y procesado el miércoles como miembro del grupo que se ocupaba, junto a su novia Celeste Gallo, su familiar Nancy Blanco --y otros dos individuos-- del expendio de pasta base montado y dirigido por la reclusa Fátima Gallo desde la cárcel departamental.
Sin embargo, ayer fue llevado nuevamente ante la Justicia y otra vez procesado tras confesar su participación en el crimen de Gonzalo Raúl Alvarez Pereira, alias “El Lalo”, acribillado a balazos por la espalda en febrero del año pasado en el barrio Tatuces Sur; como corolario del procedimiento llevado a cabo por la Brigada Departamental Antidrogas.

HACE UN AÑO
Blanco Borges fue detenido en aquel momento, tras el homicidio, junto a otros 10 participantes de la reunión --entre ellos los vendedores de droga que acaban de ser encarcelados-- celebrada en casa de los Gallo, en donde fuera concertado el crimen de “El Lalo”.
No obstante, Blanco se mantuvo firme en negar su participación en el hecho de sangre, pese a que existía un claro vínculo con el crimen; era el amante de Celeste Gallo, novia de la víctima.
En primera instancia, resultó procesado con prisión por el crimen Ramón Gallo Hidalgo, apodado “El Chito”, hermano de Celeste y cuñado de la víctima, con quien estaba enemistado ya que “El Lalo” maltrataba a su hermana.
Posteriormente, también fue procesado como autor inimputable del homicidio un menor domiciliado en el barrio, quien también admitió haber disparado junto a “El Chito” contra Alvarez Pereira, y fue internado en el INAU. A partir de entonces, la investigación del homicidio de “El Lalo” no arrojó otros resultados pese a que personal de la Brigada Departamental Antidrogas contaba con datos firmes de que Blanco también tenía motivos para matar a “El Lalo” Alvarez. Cuando el miércoles Blanco fue capturado tras ser desbaratada la “boca” de droga, los policías de la Brigada lo indagaron intensamente respecto a al crimen, en base al dato que tenían en su poder.

CRIMEN PASIONAL
Al igual que más de un año atrás, Blanco se mantuvo firme en negar cualquier vinculación con el sangriento hecho hasta que, después de siete horas ininterrumpidas de interrogatorio, el indagado comenzó a incurrir en contradicciones y, finalmente, confesó, confirmando que, efectivamente, el crimen tuvo el carácter pasional del que se sospechaba.
Blanco detalló que “El Lalo”, novio de Celeste Gallo, representaba un obstáculo en la relación clandestina que él mantenía con la joven. Por ese motivo, la noche del crimen, al observar que su rival, quien se encontraba fugado del Hospital Vilardebó (donde fuera internado por su adicción al consumo de drogas), deambulaba por los pasillos internos del barrio Tatuces Sur, concertó rápidamente una reunión en casa de los Gallo para conspirar contra “El Lalo”, emboscarlo y darle muerte. Tras la reunión, en compañía de “El Chito” Gallo y de un menor partieron en búsqueda de “El Lalo”, portando un revólver calibre .22 y otro calibre .38. Localizaron a “El Lalo” sentado en el muro de uno de los pasillos y comenzaron a dispararle, turnándose entre los tres para el uso de las dos armas de fuego. Según su cálculo, le efectuaron en total nueve disparos hasta que “El Lalo”, quien habría implorado por su vida a su cuñado “El Chito”, cayó inerte.
Su cuerpo, en posición de cúbito ventral, presentaba siete orificios en la espalda. Tras obtener la confesión, Blanco, procesado horas antes por comercialización de estupefacientes, fue conducido ayer nuevamente a la sede judicial, donde se le imputó un delito de homicidio.