Columnistade EL TELEGRAFO

Locales | 01 Abr El doctor Rodolfo Canabal fue designado Ciudadano Ilustre de Montevideo, en acto presidido por la intendenta de ese departamento, Ana Olivera, en la Sala de Acuerdos de la Intendencia capitalina. La distinción reconoce la destacada labor de Canabal como defensor del derecho, la justicia y la profesión de abogado, como instrumentos fundamentales para la vigencia del Estado de Derecho. Canabal, columnista de EL TELEGRAFO, desarrolló una intensa actividad política y actuó en distintos ámbitos del quehacer nacional.
Fue defensor de presos políticos durante la dictadura, entre otros del líder del Partido Nacional, Wilson Ferreira Aldunate. Escribió libros sobre el régimen laboral y la seguridad social en la construcción. Presidió el Colegio de Abogados y la Agrupación Universitaria y promovió la colegiación de los abogados, así como la dinamización y democratización del colegio. En 2012 recibió el premio UIBA por su destacada actuación gremial, a propuesta de la Unión de Colegios y Agrupaciones de Abogados con sede en Madrid (España).
En el acto estuvieron presentes también el secretario general de la Intendencia de Montevideo, Ricardo Prato; el presidente de la Junta Departamental, Miguel Velázquez; el presidente del Colegio de Abogados del Uruguay, Bernardino Real, y la ex ministra de Defensa Nacional y ex secretaria general de la intendencia capitalina, Azucena Berrutti. Participaron además otros integrantes del gobierno departamental, familiares del homenajeado y numeroso público que colmó la sala.

“LO QUEREMOS Y LO ADMIRAMOS”
“Todos los que estamos aquí estamos porque lo apreciamos, lo queremos y lo admiramos”, dijo el presidente del Colegio de Abogados del Uruguay. Recordó “algunos hitos a nivel personal y gremial del doctor Canabal, cuando allá en los primeros tiempos de su gestión gremial se une a los esfuerzos fundacionales de la Dra. Lía Edith Coutinho de Prato, y con ella lidera un grupo de abogados que asume la Dirección del Colegio de Abogados y lo pone en su lugar en la historia”.
“Este momento de conmemoración, de homenaje al mejor de nosotros. La abogacía nacional está orgullosa al homenajear al doctor Rodolfo Canabal”, subrayó Real.

“NO SOLO NECESARIO,
SINO UN DEBER”
La intendenta Ana Olivera resaltó --por su parte-- que “ante el pedido del Colegio de Abogados, inmediatamente se entendió que no sólo era necesario el reconocimiento al doctor Canabal, sino que era un deber”. El homenaje, además, simbolizó “a todos aquellos que buscaron por todos los resquicios, y honrándose como seres humanos, defender a los presos políticos y a la democracia en el Uruguay”. La intendenta capitalina explicó que “cuando un ciudadano se destaca en su profesión o en una actividad específica, se lo puede reconocer como un ciudadano notable. En cambio, la declaración de Ciudadano Ilustre reúne condiciones que van más allá de la actividad propia de su profesión, porque reúne condiciones vinculadas con el ser humano en forma integral”, afirmó.
“Eso es lo que reconocemos hoy, reconocemos a lo mejor de nosotros, de nuestros ciudadanos. Y es entender la palabra ciudadano en el sentido que tiene y que a veces se va perdiendo y debemos recuperar”, dijo y agregó: “Ese sentido pleno del involucramiento con la sociedad que es lo contrario a la ajenidad y el individualismo, y que son los aspectos que queremos jerarquizar en nuestro camino en la construcción de la sociedad a la que aspiramos”, acotó.
“Es por ello que le entregamos al doctor Canabal nuestro símbolo de la Puerta de la Ciudadela, aunque él hace muchos años la abrió y no necesita permiso para pasar”, concluyó la jefa comunal.

“ME HA EMOCIONADO PROFUNDAMENTE”
Tras recibir el símbolo de la Puerta de la Ciudadela de Montevideo, visiblemente emocionado, el doctor Rodolfo Canabal expresó el “gran honor que el Colegio de Abogados del Uruguay haya solicitado que se declarara a mi persona Ciudadano Ilustre de Montevideo, y que la Intendencia Municipal de Montevideo lo haya conceptuado pertinente, al hacer efectiva tal solicitud”.
“Declaro con gran sinceridad que ello me ha emocionado muy profundamente, y así debo sincera y públicamente reconocerlo”.
“Mi agradecimiento al Colegio de Abogados impone señalar que con dicha entidad he mantenido, y mantengo, una vinculación gremial que se remonta a más de medio siglo de actividad conjunta relacionada con la profesión, que está resumida en los fundamentos en que ha apoyado su solicitud y mucho agradezco también las recientes palabras del presidente de dicho colegio”.
Tal como lo hiciera cuando recibió en Madrid el premio UIBA 2010, recordó que “siendo aun adolescente, recibí de mi padre, abogado, de igual nombre, fallecido en plena madurez, directivas muy precisas acerca de que, por encima de todo, es fundamental respetar y defender el derecho, el orden jurídico, comprendida la institucionalidad democrática, y con parecida trascendencia actuar con independencia, personal y técnica, al abordar las cuestiones e intereses que entran en lo que comprende el ejercicio profesional, al margen de la entidad meramente material de cada asunto”.
“En asuntos de índole penal, con independencia de su gravedad, ‘defender no es justificar’, sino, en sustancia, cumplir el control de la legalidad, de su justa aplicación al caso concreto, algo tan preciso que fue incorporado al Código de Ética de la Abogacía Uruguaya”, subrayó. Recordando la formación recibida en la Facultad de Derecho, las enseñanzas del Profesor Eduardo J. Couture a través de sus “Mandamientos del Abogado”, Canabal dijo que “se nos enseñó también que, tal como explicaba el jurista Calamandrei, el derecho, en cuanto nadie lo perturba o viola, nos rodea, invisible e impalpable, como el aire que respiramos, insospechado como la salud, cuyo precio recién conocemos cuando se pierde. Debe ser el lema orientador de los abogados en todas las circunstancias y ámbitos de actuación, pública o privada”.
“Agrego a los muy breves conceptos emitidos los que, también en sus ‘mandamientos’ emitió Couture: se debe  tener “fe en el derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia, como destino normal del derecho; en la paz, como sustitutivo bondadoso de la justicia; y sobre todo en la libertad, sin la cual no hay derecho, ni justicia ni paz”, subrayó el homenajeado.