Deportes | 01 Abr Sebastián Bauzá y el resto del Consejo Ejecutivo de la Asociación Uruguaya de Fútbol elevaron en el mediodía de la víspera su renuncia luego de los problemas vividos en los últimos días, lo que trajo repercusiones de todo tipo y color.
Por lo pronto, detrás de Bauzá y los suyos, cuatro integrantes de la Mesa Ejecutiva de Primera División presentaron su renuncia (el quinto puso el cargo a disposición), y siguieron los portazos de Fernando Cáceres, quien se desempeñaba como secretario general ejecutivo, de la Mesa Ejecutiva de la Segunda División Profesional y los miembros políticos del Colegio de Árbitros. Los acontecimientos se precipitaron tras la suspensión del partido entre Miramar Misiones y Peñarol previsto para el domingo, luego de que la Mutual de Futbolistas Profesionales informara que ambos planteles no se presentarían a jugar dado que no se contaría con guardia policial que protegiera a los jugadores en caso de algún inconveniente, ya que el gobierno anunció que no se contaría con Policía en las tribunas del Estadio Centenario y del Parque Central debido a los incidentes registrados tras el partido que por la Libertadores jugaron Nacional y Newell’s.

EL COMUNICADO
Al mediodía, a través de la cuenta de Twitter de la Asociación Uruguaya de Fútbol, el Ejecutivo dio a conocer la nota enviada a los clubes, en la que se indicó que “el fútbol necesita tomar decisiones y las condiciones político-institucionales actuales no permiten hacerlo”, y que “los hechos de pública notoriedad acontecidos en los últimos tiempos demuestran la necesidad de dar un paso al costado y permitir que otras visiones políticas otorguen gobernabilidad al fútbol”.
Una vez que el Ejecutivo dio a conocer la decisión, Bauzá se comunicó con el técnico de la selección uruguaya de fútbol, Oscar Tabárez, para darle a conocer la noticia de manera personal y brindarle el apoyo de cara al desafío del Mundial.

“NO HABÍA GOBERNABILIDAD”
En la tarde, Bauzá concurrió a la AUF para despedirse de los funcionarios tras su renuncia, y poco más tarde llegaron el resto de los neutrales. “Había muchas cosas importantes para resolver, pero no había gobernabilidad. Mi renuncia es porque no hay gobernabilidad en el fútbol. Muchos clubes nos han sacado la confianza cuando hemos intentado resolver temas pendientes (entre ellos el de la venta de los derechos de televisación del Mundial de Rusia)”, dijo el expresidente al salir de la sede.
“Hay muchas cosas importantes que queríamos llevar adelante y no había los votos suficientes. Vengo de los clubes y el fútbol, tengo que saber cuáles son las reglas de juego. Iba cuatro años. Uno se va tranquilo, contento con lo que se logró. Algún día se iba a dar, no iba a estar toda la vida”, agregó.

SE REÚNEN CON MUJICA
Ante el terremoto que vive el fútbol desde hace algunos días, y de los acontecimientos de la víspera, el presidente José Mujica convocó para esta tarde a los presidentes de todos los clubes del fútbol profesional, así como a los dirigentes de la Mutual que lidera Enrique Saravia, para intentar avanzar sobre una solución para encontrar seguridad en las canchas.
A la cita también fue invitado el ahora expresidente de la AUF, Sebastián Bauzá, quien seguramente no concurrirá. Durante la reunión llevada adelante la semana anterior entre Mujica y autoridades del Ministerio del Interior, con Bauzá y los presidentes de Nacional y Peñarol, se planteó la compra de cámaras de video con identificación facial y la aprobación del sistema de sanciones que recomienda FIFA, que incluye la quita de puntos, en lo que muchos de los clubes no están de acuerdo.

¿Y LA SELECCIÓN?
Los portales del mundo se hicieron eco de la especulación de que Uruguay podría no participar del Mundial en caso de que fuera sancionado por FIFA porque el gobierno decidió no brindar seguridad policial en las tribunas del Estadio Centenario y el Parque Central, y esto podría ser considerado una intromisión en el ámbito del fútbol.
Para muchos se ejerció presión sobre Bauzá, y la situación se vincula a Tenfield y Francisco Casal, a los que el gobierno intentaría favorecer dado que unos de los “frentes de guerra” de Bauzá era la venta de los derechos de televisación del Mundial de Rusia. Lo cierto es que, más allá de que la decisión inicial de Mujica podría no ser la más acertada de acuerdo a la Constitución, el presidente intentó hincarle el diente como pudo a la violencia y seguramente estuvo lejos de querer intervenir en el fútbol, por lo que la Celeste no se verá perjudicada pese a que el fútbol uruguayo está en la mira de la FIFA, luego de que la Confederación Sudamericana iniciara un expediente disciplinario contra Miramar Misiones, El Tanque Sisley, Cerro Largo, Cerro, Rentistas, Juventud y Racing, que iniciaron una denuncia penal por irregularidades en la venta de los derechos de televisación del fútbol continental.
El propio Mujica desvirtuó las versiones. “No creo que la FIFA nos sancione. No creo que tenga nada que ver, porque no nos metimos con el fútbol, nos metimos con la tribuna”, dijo.

ANOCHE EN EL NÁUTICO
En la noche de la víspera los clubes se reunieron en la sede del Club Náutico a los efectos de comenzar a delinear el nuevo Ejecutivo provisorio, que estará en funciones hasta una vez finalizado el Mundial de Brasil 2014. La reunión, que contó con la participación de delegados de todos los clubes salvo de Peñarol, Liverpool y Defensor, finalizó sin decisiones concretas, por lo que todo hace indicar que será la Asamblea de Clubes de mañana la que termine de delinear cuáles serán las nuevas autoridades, todas representantes clubistas, seguramente incluyendo a Nacional y Peñarol. Algunas instituciones estuvieron representadas por sus presidentes, como en el caso de Nacional, por el que concurrió Eduardo Ache, y otros enviaron emisarios, como por ejemplo Fénix, por quien se apersonó Ovidio Cabal, expresidente de la Segunda División Profesional y exintegrante del Ejecutivo.