Deportes | 03 Abr Sorpresa y pico: mientras se ponía en discusión si se aceptaba o no la renuncia del hoy expresidente de la AUF, Sebastián Bauzá, el presidente de Liverpool, José Luis Palma, tiró una bomba en la Asamblea de Clubes. El dirigente elevó una moción en la que puso a consideración leer en ese momento o más tarde un informe llegado desde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). “Esto no se puede ignorar, porque puede ser algo que cambie el rumbo de esta Asamblea”, indicó.
El ambiente se enrareció más aun. Y luego de que se votara leer inmediatamente la misiva, aun con la presencia de la prensa (lo que se puso en consideración), se conoció la noticia que daría vuelta al mundo pocos minutos más tarde: la Conmebol sancionó preventivamente a la AUF, que no tiene ahora ningún derecho político en el organismo del fútbol continental.
Más claro: Uruguay no puede participar ni votar en los congresos de la Conmebol, no podrá participar del Ejecutivo, no proponer candidatos a la presidencia ni a la vicepresidencia, así como tampoco a miembros de órganos disciplinarios y comisiones permanentes.
La misiva de la Conmebol no establece el motivo por el cual la AUF fue sancionada de esa manera, pero quedó en claro dado que los artículos en los que está basado el fallo se debe a la ingerencia de la empresa que tiene los derechos de televisación del fútbol uruguayo, Tenfield, en la AUF. Y las palabras (ver nota aparte) del vicepresidente de la República, Danilo Astori, terminaron por repercutir en todos lados. Más allá de que se puso el grito en el cielo, de que se catalogó como antirreglamentaria la decisión, los clubes apuntaron a que seguramente la Conmebol interpretó que el gobierno se entrometió en el fútbol con la medida de no brindar guardia policial en el Estadio Centenario y en el Parque Central. Pero el tema no fue por ese lado, teniendo en cuenta que Bauzá expresó a las autoridades de la Conmebol en Chile, durante la presentación de la Copa América, que el gobierno nada tuvo que ver con su renuncia y que no hubo intromisión. Ahora se esperará por conocer los fundamentos de la sanción, que serán enviados por la Conmebol para su estudio. Lo cierto es que hasta el 9 de julio, día en que se ponga el tema a consideración en el Congreso de la entidad para ratificar o no la pena, Uruguay no existe políticamente a nivel internacional.