Opinion | 30 Mar Hace algunos días dábamos cuenta que una “nueva terminal de ómnibus y mall (forma en que se denomina modernamente a los “shopping centers”) será construida en la manzana comprendida por Bulevar Artigas, Ituzaingó, Joaquín Suárez y 25 de Mayo, conocida como la de la ex Aceitera”. Precisamente Lecueder confirmó que “no es que nosotros compramos esa manzana, sino que integramos a los empresarios de la aceitera al proyecto. No es que ellos venden y se van, permanecen, invierten también en la nueva terminal”.
El diseño pertenece al estudio Gómez Platero y el costo de la terminal será de 11.986.013 dólares, incluido IVA y leyes sociales. A esa inversión hay que sumar un millón de dólares por el costo de la tierra (que se considera, pero como queda dicho pasa a integrarse a la inversión desde sus actuales propietarios) y siete millones de dólares que serán invertidos por las empresas que instalarán los 40 locales que integrarán el mall. Eso suma, en total, unos 20 millones de dólares.
En total, serán 16.000 metros cuadrados cubiertos, con el supermercado --si se aprueba-- en la segunda planta. A la terminal se accederá por Joaquín Suárez. Tendrá amplia sala de espera, 15 andenes y una dársena para diez taxis. Asimismo, comunicación directa con el centro comercial. El ingreso de los ómnibus será por República Argentina, Bulevar Artigas e Ituzaingó y el egreso será por 25 de Mayo, Bulevar Artigas y República Argentina. El área de estacionamiento (171 espacios para autos y camionetas y 97 para motos) se distribuirá en dos bandejas o plantas y al área comercial se accederá por Bulevar Artigas.
Más allá de alguna desavenencia que pueda manifestarse sobre la conveniencia o no del lugar donde se construirá la nueva terminal, resulta a todas luces evidente de que se trata de una excelente noticia ya que emprendimientos como el que se anuncia son absolutamente necesarios para el progreso, desarrollo y ordenamiento de la ciudad.
En suma, hay aquí dos buenas noticias para el futuro ciudadano; por un lado que contaremos con una nueva y magnífica terminal de ómnibus y además que la Intendencia tendrá a su disposición --recupera para otros usos-- el edificio que actualmente cumple esa función.
Ante esta situación, que será un hecho a breve lapso, es imprescindible que se decida ya el destino de la importante estructura que quedará vacía y es así que pensando en Paysandú, en la comunidad sanducera y en su futuro vemos al menos una muy buena opción que consideramos debe ser ser cuidadosamente analizada para su puesta en práctica.
Veamos: el Centro Universitario de Paysandú ha llegado ya a los tres mil estudiantes y sus autoridades indicaron que deberán ampliar aún más sus instalaciones, para poder atender adecuadamente al alumnado. Por consiguiente, y viendo en el horizonte un magnífico aporte en el progreso de Paysandú, porqué no establecemos en ese lugar o quizás mejor dicho en esa zona que comprende canchas, piscinas, pistas, un Campus. Y cuando nos referimos al mismo lo hacemos exactamente con el significado que la Real Academia Española otorga al vocablo: “Conjunto de terrenos y edificios pertenecientes a una universidad”.
El edificio es alto, divisible fácilmente, se puede cerrar bajo el ala de los andenes y hacer hasta 3 pisos “livianos”, y construir cuanto sea necesario. Este podría ser un trascendente aporte al Paysandú Universitario que atrae estudiantes de todo el país, y que podrían ser muchos más.
En concreto, la Universidad de la República podría implementar allí un potente polo educativo descentralizador, quizás a cambio de alguna propiedad que pueda ser de interés para la comuna sanducera.
Y para lograr esto sería necesario llevar a la práctica una maravillosa experiencia pues deberían conjuntar esfuerzos y voluntades diferentes organismos tales como Universidad, Intendencia, ministerios, pues concretar esta iniciativa significaría que se ha trabajado con un único objetivo: el futuro de la población sanducera y de la región.
Mientras, la Intendencia está en excelentes condiciones de demostrar fehacientemente cuánto le interesa el desarrollo de una ciudad universitaria en Paysandú; cuánto realmente está dispuesta a apoyar el crecimiento de este incipiente polo de desarrollo que abre la Universidad para la región y que brinda a los jóvenes una oportunidad de estudios terciarios sin tener que emigrar a la capital u otros departamentos, cediendo de alguna forma las instalaciones de un magnífico edificio a la Universidad de la República para usufructo del ISEF. El lugar donde se encuentra la actual terminal de Ómnibus es quizás el mejor punto para desarrollar el Campus que proponemos, por múltiples razones. En primer lugar, está en una esquina de una inmensa “Plaza de deportes”, con instalaciones de todo tipo para prácticas de atletismo, básquetbol, etcétera. También en esa plaza existe una piscina cerrada moderna que permite su uso todo el año, y aún queda mucho espacio para seguir creciendo en infraestructuras.
Además, a solo unas pocas cuadras están los estadios --8 de Junio y Artigas-- así como el Velódromo, y para alguna clase de tenga relación con la medicina, enfrente a la plaza está el Hospital Escuela del Litoral “Galán y Rocha”.
Creemos que este puede ser un excelente destino --aunque no necesariamente sea el mejor-- para un espacio que podrá ser recuperado para la ciudad en poco tiempo. Es importante entonces que las autoridades competentes, quizás con el aporte de fuerzas vivas, analicen cuanto antes el futuro de la vieja Terminal, para que sirva de la mejor manera al desarrollo de Paysandú.