TRAICIONÓ A FAMILIA QUE LE DIO UN TECHO

Policiales | 08 Abr Un individuo que dice haber ingresado ilegalmente al país y cuya identidad se trata de establecer fue procesado con prisión por la Justicia Penal tras comprobarse que abusó de la confianza de una familia de Quebracho que le proporcionaba albergue, en un caso rápidamente resuelto a través de un procedimiento de la Seccional Sexta de Policía.
El depravado, de iniciales R.D.P., de 30 años, dijo haber ingresado al país desde argentina ilegalmente, oculto en un camión y sin documentos, por el puente internacional de Salto Grande, alojándose desde entonces temporalmente en Salto, Paysandú y otros sitios de la zona.

LO ALOJARON EN SU CASA
Añadió que, hace aproximadamente dos meses, llegó a Quebracho y trabó amistad con una familia que, al enterarse de que no tenía donde quedarse, le ofreció alojamiento en los fondos de la finca. La familia tiene un niño de la citada edad que entabló amistad con el individuo. Este comenzó a regalar diariamente al menor golosinas y monedas para gastar en la cantina de la escuela. Esos regalos continuaron hasta que, en determinado momento, generaron una fuerte dependencia del menor hacia los obsequios. La circunstancia fue aprovechada por R.D.P. para empezar a solicitar al niño, a cambio de esas monedas y golosinas, que le practicara sexo oral y otros actos de carácter sexual que incluían contacto físico, sin llegar a la violación.

LO SORPRENDIÓ LA MADRE
La aberrante situación permaneció en secreto hasta que, noches atrás, la madre del niño comenzó a buscarlo debido a lo avanzado de la hora. La mujer encontró al niño junto a R.D.P. en el preciso instante en que éste se levantaba su ropa interior.
Indignada, la madre del niño increpó al hombre, quien emprendió la fuga. Inmediatamente, la mujer alertó de lo ocurrido a la Policía, que comenzó a buscar al individuo hasta localizarlo al amanecer del día siguiente en la zona del vertedero municipal, desde donde fue conducido detenido a la comisaría.
En presencia de su madre, el menor fue indagado y narró detalladamente los hechos descriptos. Pese a que no presentaba lesiones, por disposición judicial fue examinado por el forense.

VITAL INTERROGATORIO
Hasta entonces, la Policía no contaba con otras pruebas en contra de R.D.P. que la palabra del niño, por lo que, para comprobar la veracidad del ilícito, se tornaba imprescindible obtener la confesión del denunciado.
Como consecuencia, fue sometido a un minucioso interrogatorio hasta que, luego de varias evasivas, terminó por contradecirse y se vio obligado a confesar que los hechos habían ocurrido en la forma descripta por la víctima.
Ante esto, la Justicia de Paz dio intervención al Juzgado Penal de Segundo Turno, a cargo de la jueza María Jimena Alonso, quien dispuso la conducción del detenido y el emplazamiento de las demás partes. Tras recabar declaraciones, la magistrada actuante resolvió procesar con prisión a R.D.P. por atentado violento al pudor.