Locales | 04 Abr Con la presencia del director de la Agencia Nacional de vivienda (ANV), arquitecto Walter Stolarsky, autoridades locales de esta dependencia ministerial, agentes inmobiliarios, empresarios y profesionales, así como operadores vinculados al sector, asistieron a la exposición que sobre nuevas oportunidades de la Ley de Promoción de Viviendas de Interés Social (Ley Nº 18.795) ofreció el citado jerarca, teniendo en cuenta las facilidades que se han incorporado para este tipo de inversiones . En la sucursal local de la ANV, Stolarsky explicó fundamentalmente los alcances de la exoneración de impuestos para estos emprendimientos y nuevas modalidades constructivas, haciendo hincapié en la vivienda prefabricada, habida cuenta del interés del Poder Ejecutivo de que se haga el mejor uso posible de este instrumento legal con vistas a ampliar la oferta de viviendas de interés social.
En diálogo con EL TELEGRAFO, el director de la ANV expuso que “estamos promocionando la ley 18.795, más precisamente un instrumento que refiere a la vivienda prefabricada. La ley tiene numerosas instrumentos, como la vivienda de reciclaje, la vivienda de construcción tradicional, etcétera, y lo importante de la norma es que pasa a la inversión privada, que es la que pone el terreno y hace la construcción, y a su vez el Estado exonera totalmente de impuestos por un plazo hasta de diez años si se quiere alquilar, o lo exonera de todo impuesto en el proceso y después se aplica cuando se quiere vender”.
“Está estimado aproximadamente entre un 20 y un 25 por ciento la exoneración de impuestos que se logra a través de esta ley”, consideró, y destacó que a este régimen puede tener acceso cualquier inversor. Los requisitos básicos que exige la ley son que tiene que ser persona jurídica, y tiene que estar en zona urbana, ajustándose a los lineamientos que fija la Intendencia, en cuanto a retiro y otras exigencias”, acotó.
Evaluó que “es una muy buena oportunidad, porque así la inversión privada puede realizar viviendas con un beneficio muy grande para la empresa privada, así como para la sociedad, que nos permite lograr viviendas que de otra manera no se lograrían”, y recordó que --según el último censo nacional de población y vivienda-- “estamos muy próximos a un déficit de 60.000 a 70.000 viviendas. Ello indica la importancia de un proceso como este, de vivienda prefabricada, por el cual en una semana se levanta una vivienda, de rápido acceso, y segundo, con la intervención de la actividad privada, porque ya la actividad estatal demostró que no cuenta con recursos”.
El jerarca asimismo puntualizó que “esta ley está vigente desde 2011 y ya hay más de 4.000 viviendas en construcción, con 256 proyectos, aunque lo que resulta triste es que el 98 por ciento se está haciendo en el área metropolitana. Mi presencia en Paysandú apunta a que podamos cambiar la pisada en este sentido, y que se distribuya mejor en todo el país”.

ABARATAMIENTO
Los sistemas prefabricados que se utilicen deben ser los que tiene autorizados el Ministerio de Vivienda, y actualmente “hay unos seis o siete, pero hay más en procesos de presentación, y nuevos proyectos. Debemos señalar además que el costo de la vivienda prefabricada anda en el entorno de 600 dólares el metro cuadrado, en un sistema a casi mil dólares en otro, en tanto la construcción tradicional se sitúa entre 1.300 y 1.600 dólares”, explicó.
“La idea mía es que tiene que llegar a todo el país y mi preocupación personal es que se difunda para favorecer a la mayor población posible, que se traslade al cien por ciento del país”, subrayó el director de la Agencia Nacional de Vivienda.