Paysandú, Jueves 10 de Abril de 2014

“El General Leandro Gómez, señores, tengan presente…”

Opinion | 06 Abr Parece de “no creer” que cuando estamos a punto de conmemorar los ciento cincuenta años de la Defensa de Paysandú la figura de quien fuera el héroe de tan épica jornada haya sido desconsiderada en grado sumo.
Como informáramos, los restos de Leandro Gómez que se encontraban en la Jefatura de Policía de Paysandú por disposición judicial, a raíz de la profanación de que fueran objeto, pasaron a la Intendencia Departamental que a su vez los remitió al Batallón “General Leandro Gómez” de Infantería Mecanizada Nº 8. Y es en esta acción que hallamos el primero de una serie de desaciertos que, en definitiva, configuran una falta de respeto al recuerdo del Héroe de Paysandú.
Inicialmente debemos preguntarnos por qué la urna no fue depositada como correspondía en el mausoleo que con ese fin fuera emplazado en la Plaza Constitución. Y la respuesta de que no se puede garantizar la seguridad es, para decirlo delicadamente, una lamentable confesión de desinterés ya que si por falta de seguridad se entiende que existe la posibilidad de que los restos puedan ser robados nuevamente, nos parece muy sencillo el trámite necesario para establecer una vigilancia permanente en el lugar. Y seguramente sería bienvenida la posibilidad de que haya una guardia de honor permanente a cargo de la unidad militar que lleva el nombre del jefe de los valientes que defendieran la ciudad.
Por otra lado, si la falta de seguridad se refiere a que el lamentable estado en que se encuentra el mausoleo puede causar daños irreparables a la urna y a su contenido, señores, tengan presente que hace mucho tiempo, años quizás que la estructura presenta problemas que no sabemos si serán serios o no pero que seguramente pueden ser solucionados en algunos meses. No debería ser demasiado oneroso ni muy difícil, hacer que el mausoleo de la Plaza Constitución vuelva a ser el lugar de reposo y homenaje para los restos heroicos. Y a la vez es de esperar que se respeten las características esenciales de esa obra y no se vuelva a instalar en la misma esa especie de “muestra” que fuera llamada (y las comillas no son nuestras sino que así estaba escrito) “Museo de la Defensa”.
Es decir que creemos que el mausoleo debe restaurarse plenamente y cumplir la función que le corresponde de ser un lugar de recordación y homenaje sin otros aditamentos. Y al respecto no nos vamos a remitir a la tumba de Mausolo sino que simplemente les pedimos que vean o recuerden el Mausoleo del General Artigas en la Plaza Independencia de Montevideo donde la sobriedad es la principal muestra de respeto.
Por otra parte, según informáramos, “Los descendientes del general Leandro Gómez están ‘a menos de un paso’ para solicitar la restitución de sus restos óseos al Cementerio Central de Montevideo”. Así lo dijo a EL TELEGRAFO su bisnieto, Eduardo Secco, quien subrayó que “es allá, en el Cementerio Central de Montevideo donde Leandro Gómez quería ser enterrado. Él mismo eligió el lugar. ‘Yo quiero ser enterrado aquí’, dijo, en la entrada al cementerio, donde ahora hay un pequeño mausoleo con un busto”. (…) “Los restos”, sobre cuya autenticidad no hay certeza científica excepto “en un primer grupo de huesos”, podrían quedarse en Paysandú solo si “el intendente Bertil Bentos cumple con su palabra, arregla el mausoleo (en plaza Constitución), lo limpia y pinta. Ahora, como está, es una vergüenza”, dijo Secco.
“Cuando ‘estuve hace unos días, el 13 (de marzo, conmemoración del natalicio de Leandro Gómez), estaban encendidos los juegos de agua de la fuente en derredor a la estatua a Leandro Gómez. Rato más tarde bajé al mausoleo y encontré un tanto así de agua (con sus manos señala que habría unos 15 centímetros sobre el nivel del piso del mausoleo)’, dijo Secco”.
Observando los distintos factores que resumimos y ante el errático tratamiento que se ha dado a la historia de Paysandú últimamente llegamos a obvias conclusiones sobre cómo debería procederse en forma inmediata, máxime considerando la proximidad del sesquicentenario del Sitio de Paysandú.
En primera instancia debería resolverse de manera definitiva si los restos de Leandro Gómez deben estar en Paysandú o en Montevideo, como sostienen familiares del Héroe. Entendemos que el procedimiento no puede ser otro que recurrir a la Justicia. Un procedimiento judicial debería poder establecer sin ningún tipo de dudas donde deben ser guardados los restos. Recordemos que cuando se cumplió el traslado no regía en el país un Estado de Derecho.
A su vez, la Justicia cuenta hoy con los recursos técnicos para determinar con total exactitud si efectivamente se trata de los restos de José María Leandro Gómez.
Independientemente del trámite que planteamos es, desde hace años, imprescindible que se realicen elementales trabajos de recuperación del mausoleo de la Plaza Constitución. El inefable cartelito “En refacción” no logra cubrir el hecho de que no se avizoran trabajos de recuperación.
Finalmente, aparece como muy necesario, casi imprescindible que en Paysandú haya un auténtico “Museo de la Defensa” que --apresurémonos a aclararlo-- por razones elementales no puede estar en el mausoleo de la Plaza Constitución.
Concluyendo, sólo pedimos respeto y justicia. Respeto a quienes escribieron una página imborrable en la historial oriental y justicia para quienes deseamos recordarlos y homenajearlos y que las nuevas generaciones de sanduceros sepan quienes fueron los Defensores de Paysandú.


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