Locales | 10 Abr La Asociación Civil que gestiona desde hace 9 años el Centro CAIF “Hojitas viajeras”, de la localidad de Piedras Coloradas (unos 50 kilómetros al este de Paysandú) recibió ayer de parte de la presidencia de Mevir una noticia mucho mejor que la que esperaban, ya que cuando esperaban recibir la habilitación para construir un salón multiuso, la Junta decidió donar el inmueble al Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay, INAU.
La Comisión estaba a la espera de la autorización para llevar a cabo una obra que les hará posible atender de manera más adecuada a los 84 niños que hoy concurren.
El presidente de Mevir, escribano Ariel Díaz dijo a EL TELEGRAFO que la decisión de ceder la vivienda y el terreno al INAU obedece a las características de la construcción que se planea realizar en el lugar.
“Vimos que era una construcción que iba a tener un valor superior a lo que ya había hecho Mevir y eso aseguraba que muy difícilmente eso volviera a Mevir en algún momento, entonces decidimos que lo mejor era que pasara directamente al INAU para que se hagan cargo”, señaló Díaz.
El CAIF cumplirá 20 años en este 2014 y en el pasado mes de enero había obtenido de parte de MEVIR la renovación del comodato hasta el año 2019. Ahora la situación es diferente, porque además de ya no tener que solicitar autorización a Mevir en caso de necesitar ampliar o modificar algo en el local, al estar el local en manos del INAU tampoco habrá que hacer las extensiones de comodato.

CONSTRUCCIÓN
“Tenemos previsto hacer una ampliación de un salón, que el primer uso que se le va a dar, el más importante, es el de los talleres de psicomotricidad. Como los talleres no son todos los días, son semanales, la idea es que durante los otros días que está libre se use para la comunidad, para otras instituciones, para la escuela, o el que quiera hacer un taller especial”, explicó Liliana Wolf, la presidenta de la asociación que administra el centro.
En el salón trabajarán dos talleres, uno para niños hasta un año de edad y otro de 12 a 24 meses. Debido a las posibilidades edilicias actuales el taller no está instalado permanentemente: los elementos están en depósito en un contenedor cedido por la empresa UPM que tienen en el fondo del predio y cada vez que se trabaja se tienen que movilizar todos los elementos, aún en invierno y en condiciones climáticas adversas. Eso provoca que además se afecten otros grupos que los días que funciona el taller tienen una hora y media de clases menos que los días habituales.
En el amplio patio de la vivienda que ocupan en el plan Mevir 1 se pueden apreciar ya las pilas de balastro --para relleno--, arena y pedregullo, al igual que varillas de hierro y chapas de zinc que emplearán en la cobertura del salón de 8 metros por 6 que tienen proyectado, incluso con los planos del arquitecto Bruno Damasco. “Tiene entrada para sillas de ruedas, hay un baño para discapacitados, sería a continuación de este local pero con una entrada independiente”, señaló Wolf. Además de los materiales también disponen del dinero necesario, producto de donaciones recibidas desde diferentes lugares y de lo que se les adjudicó a través del presupuesto participativo de la Intendencia departamental. Además están a la espera de que se les apruebe la solicitud que realizaron al fondo de la embajada de Canadá, con lo que se tendrían todas las aberturas para el salón.
Wolf acotó que “al revés de todo el mundo, que te pide plata para hacerlo, nosotros sólo pedíamos permiso, nada más. Ni siquiera estamos pidiendo dinero para los aportes ni nada. Todo lo vamos a cubrir nosotros con las donaciones”.

LOCAL
La vivienda --que se adecuó en 2010 para alojar el CAIF-- permite que haya dos salas, dos baños, la cocina y una pequeña secretaría.
El CAIF empezó a funcionar en el año 1994. En ese entonces lo gestionaba la iglesia Valdense. Luego pasó a hacerse cargo la iglesia Católica y desde 2005 tomaron las riendas las actuales integrantes de la comisión, que cuando empezaron tenían hijos que concurrían a la institución, los que ahora tienen edad liceal.
El local se consiguió en comodato durante la gestión de la anterior administración. En 2005 se les autorizó, pero no fue sino hasta 2010 que pudieron instalarse, ya que hubo que realizar una reforma importante. Ya en ese momento para habilitar el local se apeló a donaciones de la comunidad y de empresas instaladas en la zona.
Hoy el centro cuenta con 13 funcionarias: 2 maestras, 4 educadoras, el equipo técnico que integran la psicomotricista, la psicóloga y la asistente social, una educadora alimentaria, que se encarga de la cocina 2 auxiliares de limpieza y la gestora, que desempeña labores administrativas. Algunas de ellas viajan diariamente desde Guichón, Orgoroso y Paysandú, a costo del CAIF.
Los niños que concurren no son sólo de Piedras Coloradas sino también de localidades cercanas y zonas rurales más próximas.