Deportes | 08 Abr Está en jaque. Cuando se pretendía un acercamiento entre Boston River y los árbitros, y estaba terciando Guaviyú al verse involucrado directamente con la decisión de no pitarle a los rojiblancos en Quebracho, la reunión de anoche entre las partes y algunos integrantes del Consejo Directivo Central no llegó a buen puerto.
Todo está en punto muerto. “Están duros, no quieren ceder en nada y dicen que falta mea culpa de Boston River”, dijo el presidente de la Liga, Nelson Manzor, al término de la reunión que se extendió a lo largo de unas dos horas.
Lo cierto es que los árbitros defienden su postura de no dirigirle a Boston River en la villa, lo que se entiende como la imposición de una doble sanción, en virtud de que el club comenzará a penar económicamente. “Es una locura porque el club tendrá que viajar a Paysandú cuando juegue de local, con todo lo que eso implica. Al final no era un tema económico, pero termina siéndolo”, dijo otro de los presentes en la reunión.
El sentimiento con el que salieron los dirigentes de la reunión es claro: “Si no tiene que comenzar el fútbol en la fecha estipulada, que no comience. Pero así no se puede poner en marcha la temporada”, dijo Manzor.
Habrá una nueva reunión entre los involucrados el lunes próximo, para ver si se llega a un acuerdo. A esa altura, el Consejo tendrá un mandato de la Asamblea de Clubes que se reunirá este viernes para tratar la aprobación de los cambios estatutarios y reglamentarios, ya que se pretende poner el tema sobre la mesa, y escuchar la opinión de los clubes.
Lo que está claro es que el inicio de la temporada, tal como se vislumbraba, está en jaque. La idea de los dirigentes es intentar solucionar este nudo que parece no corre para ningún lado, y solo así definir que la pelota comience a rodar.
“Acá hay varias soluciones. O se acercan las partes, o se buscan árbitros para arbitrar en Quebracho, o que directamente se pare el campeonato”, dijo otra de las voces consultadas.
Los árbitros, que al término de la reunión continuaron las conversaciones entre ellos, están duros en su postura aunque el lunes podrían plantear algún acercamiento, que da la sensación no terminará de conformar demasiado al resto teniendo en cuenta que, de lo contrario, debería ser un cambio radical; y éste no se dará. Según comentaron un par de integrantes en la reunión, los árbitros quedaron de contestar –tras una consulta interna con los asociados de las dos gremiales-- si se arbitrará en Quebracho cuando Guaviyú sea local ante Boston River.
Mientas tanto, el fútbol espera. El lunes próximo, a las 20, se vivirá un nuevo capítulo de este culebrón que tiene final incierto.