Rurales | 13 Abr Nuestro país se apresta a vivir jornadas de gran intensidad y hasta ahora nunca vistas en la cosecha de soja. Es que las lluvias han incidido para que la trilla se concentre a partir de mañana --y hasta que el tiempo lo permita--, siendo la primera vez que una gran cantidad de hectáreas serán levantadas en plena Semana Santa, cuando en Uruguay el turismo tiene una importante actividad.
“Es muy corto el tiempo para levantar una gran cosecha y seguramente habrá inconvenientes”, adelantó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Daniel Torres, responsable en Paysandú de Ceroil Uruguay. Los mismos pueden pasar desde el recibo del grano, al gran movimiento que se registrará en pocos días en rutas nacionales y caminos vecinales, siendo la primera vez en la historia de nuestra agricultura que alrededor de 800.000 hectáreas están prontas para ser levantadas. Esto puede generar diversos problemas en la normal circulación de vehículos, por lo que se deberán extremar las precauciones. La mayor preocupación es qué puede suceder en las próximas jornadas, cuando las cosechadoras ingresen a las chacras y comience una trilla que será muy intensa, “porque se juntarán las cosechas de primera y segunda, concentrando demasiado el trabajo y seguramente habrá días con falta de logística de transporte”.
“Hay muy buena cantidad de cosechadoras y de buena capacidad de trilla por día”, precisó. “Los días no ayudan porque naturalmente estamos en una época en donde los días son más cortos, los rocíos más grandes, por lo tanto las horas de cosecha al día son pocas y generan una gran ansiedad porque está la cosecha para levantar y todos queremos terminar lo antes posible, porque todos queremos asegurar la zafra, ya que hasta que el grano no esté en el galpón o en el silo la cosecha no está asegurada”.
La logística en términos generales en nuestro país “está aceitada”, reconoció Torres. “Lo que pasa es que se dará una intensidad tan grande que no hay logística que aguante. Habrá cosecha que saldrá húmeda y en esas condiciones el cuello de botella es la capacidad de secado, de poder recibir camiones, secar el grano y seguir la operativa”, dijo.
Sostuvo que “las plantas secadoras tendrán que trabajar las 24 horas. Se está preparado y alerta para sacarlo adelante, pero va a ser difícil”. Aclaró que “el puerto de Paysandú no solucionará el cuello de botella que vamos a tener en la presente zafra. Hay que pensar que todo embarque que se pueda hacer por Paysandú implica un preacondicionado de ese grano, porque el grano que salga desde nuestra ciudad irá directo a barco con calidad de exportación. Para eso previamente hay que acondicionar la mercadería y ahí aparecen los cuellos de botella”.

ANSIEDADES
La inestabilidad climática está generando ansiedades “porque estábamos iniciando la cosecha de soja con una expectativa importante, que se espera sea de gran tamaño por el área y los rendimientos esperados”. Recordó que se inició antes de las lluvias y se cortó abruptamente, “por lo que estamos precisando una mejora del clima para poder avanzar en lo que se espera sea una buena cosecha”.
En cuanto a lo que se ha podido avanzar, aclaró que ésta “se inició sobre cultivos que aún no estaban prontos, entonces avanzó sobre zonas de chacras y es difícil estimar rendimientos porque son muy pocas las áreas cerradas. Todos los indicadores son buenos y cubren las expectativas”. Agregó que “en la poca área cosechada podemos hablar de rendimientos que van desde los 2.800 a 3.500 kilos, pero es una muestra pequeña”. Consideró que para el cultivo ha sido un año muy dispar: “Tuvimos un eje en el departamento, que tomando como referencia Constancia al norte tuvimos un período de sequía importante hasta fines de enero. En cambio de Ruta 90 al sur y avanzando hacia Young las condiciones fueron mucho mejores porque desde fin de año hubo algunas lluvias buenas. A partir de las lluvias de fines de enero, se logró recuperar a los cultivos”. “Hoy podemos decir que en general tenemos cultivos de muy buenos potenciales, sobre todo de siembra de noviembre, ya sea primeras tardías o segundas tempranas que son las que marcan las mejores expectativas. Las anteriores o posteriores a esa fecha, ya sea por falta o exceso de agua, están un poco inferiores, pero se espera una cosecha récord a nivel país. Nuestra zona va a estar dentro de esas expectativas”, dijo Torres.

RENDIMIENTOS
El analista del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, ingeniero agrónomo Gonzalo Souto, señaló que los buenos rendimientos que se prevén en la actual campaña de soja atenuarían consecuencias negativas provocadas por una baja en los valores. “El que ya se vendiera una parte importante de la actual zafra de soja sería otro factor que amortiguaría, a nivel de rentabilidad, el impacto de una posible caída”, sostuvo el técnico ministerial. Indicó que se llevaría comercializado, con esta modalidad, en torno al 40% de la cosecha.
Debido al informe de existencias dado a conocer días atrás por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), los valores de la soja, al igual que los del maíz y el trigo, cayeron levemente en la bolsa de Chicago. Si bien los resultados de este informe eran esperados por los analistas, ello no impidió la mencionada caída. La soja está considerada localmente como la práctica agrícola y con diferencia de mayor rentabilidad. Según información del Instituto Nacional de Semillas (Inase), el área plantada de soja en esta zafra de 1.350.000 hectáreas, 100.000 más que la anterior campaña.

PRECIO
A mitad de semana se pudieron dar precios de U$S 500 por tonelada de soja puesta en planta en Nueva Palmira, aunque los exportadores locales destacan que la demanda externa sigue siendo ajustada, lo que lleva a un incremento de los valores locales respecto a Chicago.
El miércoles el USDA redujo su pronóstico sobre los stocks finales de soja para la nación norteamericana para el actual año comercial.
El ajuste fue levemente superior al esperado por los analistas y eso llevó a un rebote de precios que ese mismo día fue moderándose. El USDA subió la proyección de exportaciones pero también la de importaciones de soja, que ya están llegando a los puertos estadounidenses desde América del Sur. Lo cierto es que Estados Unidos llegará a la cosecha --sobre setiembre-- prácticamente sin soja. A pesar del afloje de la demanda china y de un alto nivel de stocks previstos en América del Sur, el mercado seguirá volátil en el corto plazo. Eso debería ser aprovechado por los agricultores para fijar mercadería por valores que están hoy claramente por encima de lo presupuestado, a lo que se suma un dólar más alto.
Un informe de Blasina y Asociados establece que los exportadores señalan que la menor demanda desde China ha llevado a que se tenga que aumentar el descuento respecto a Chicago para conseguir negocios. Ya hay barcos en los puertos por soja y la cosecha sigue demorada. Por eso hay negocios que se hacen directamente a barco.