Deportes | 10 Abr La Conmebol dio a conocer a la AUF los motivos por el que la suspendió preventivamente y le quitó los derechos de votar en los congresos y proponer candidatos a sus cargos, y existió una vuelta de tuerca con respecto a lo que había informado un directivo en Paraguay.
El motivo de la sanción (la AUF tiene hasta mañana para elevar la apelación) no se debió a una supuesta injerencia del gobierno nacional tras la decisión del presidente Mujica de que la Policía no custodiara las tribunas del Centenario y el Parque Central, sino a la injerencia de Francisco Casal, dueño de Tenfield, la empresa que tiene los derechos de televisación del fútbol uruguayo.
La misiva, en la que no se nombra directamente al contratista, indica que “tiene sometidos a los clubes y que por eso éstos no acatan las normas de la FIFA”, dijo Hernán Navascués, directivo de Nacional que integra la comisión que elabora la réplica a la Conmebol.
Las declaraciones del vicepresidente de la República, Danilo Astori, que señaló hace unos días que el fútbol había perdido soberanía debido a los intereses económicos de Casal, fueron claves para la decisión de la Conmebol.
La AUF basará su defensa en que habrá influencia económica al tener los derechos de televisación del fútbol uruguayo (y algo más), pero se está lejos de tener injerencia en el gobierno del fútbol. Mientras, hoy terminarán de declarar en la Conmebol los presidentes de los siete clubes uruguayos que presentaron en su momento denuncia penal contra el organismo.