TIENE MÁS DE 100 AÑOS

Locales | 14 Abr En estado “desastroso” está el puente sobre el río Queguay Grande en el Paso Molles, según describió a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Hugo Baptista, productor de la zona, quien informó sobre el desprendimiento de parte de la baranda en la última “enchorrada” de la pasada semana, que sobrepasó la base del cruce en al menos dos metros.
Las lluvias entre el domingo 6 y el martes 8 hicieron crecer el río Queguay y tapó el puente que es sumergible, con columnas y largueros de hierro, con piso de madera y hormigón, y que fue construido en los primeros años del siglo pasado. “Parecía un lago inmenso del cual sobresalían las ramas de algunos árboles”, dijo Baptista, quien cruzó el puente el viernes 11 y aún vio que la fuerza del agua “arrancó la baranda de hierro del lado oeste, que estaba fijada a la base de madera y quedó colgando, y supongo que una próxima corriente la va a terminar de arrancar. La baranda del lado este tampoco está en buenas condiciones”.
Dijo que “es un puente muy importante, utilizado por los habitantes de la zona, trabajadores, pasan muchos vehículos y camiones, que traen las producciones de Queguay Chico y hasta desde Salto. Con el tiempo se ha deteriorado, y la madera de la base ya está podrida, y es peligroso”. Afirmó que hay mucho tránsito de camiones de ganado, con cargas de 20 o 30 toneladas, sobre un puente que no se conoce exactamente su situación en cuanto a la seguridad.
El puente es un camino departamental que sale de Ruta 4 y pasa por Queguay Chico o Cuchilla de Fuego (como también se conoce el poblado) y sigue a la Ruta 26. Hace unos 50 años, recordó el vecino, el puente tenía un cuidador del Ministerio de Transporte que mantenía el camino y bajaba las barandas cuando había creciente, para que el río pasara por arriba sin romperlas. Después que retiraron al cuidador, prácticamente no se le ha hecho mantenimiento, excepto cambiarle las dos cabeceras del puente, según Baptista.