Se está negociando el permiso

Locales | 16 Abr El “carrito” de comidas ubicado en el lado oeste de la plaza Artigas conocido como “Paychivito” y antes “El Salserito”, sobre calle Zelmar Michellini, cerró la semana pasada ante la imposibilidad de los titulares de seguir trabajándolo –aunque sigue funcionando de vez en cuando--, y a su vez tiene dificultades para hacer frente al pago del canon adeudado a la Intendencia de Paysandú, por lo que estaría en trámites de traspaso de titular, según informó a EL TELEGRAFO el jefe de la asesoría jurídica, doctor Martín Etchebarne.
Detalló que ante el atraso que tenía la titular en el pago del canon que debe aportarle a la Intendencia por el usufructo de ese lugar público, se le intimó al pago de la deuda y la señora se presentó en la Intendencia buscando una solución, que podría ser la venta de “la llave” y traspaso a otra persona, si ésta cumple con las condiciones establecidas por la comuna.

SE PUEDE VENDER
Aun siendo una concesión “se puede vender, siempre que las condiciones que asuma el adquirente sean las mismas que tiene el adjudicatario actual”, explicó Etchebarne. Dijo que en este sentido “hay un expediente abierto en la Intendencia” y que se están haciendo los trámites correspondientes, ya que la actual titular presentó una propuesta de pago concreta, por la cual podría hacerse cargo del 75% de la deuda que se mantiene que son “unos 220.000 pesos”, dijo el abogado. Sin embargo, de prosperar esa posibilidad, la decisión no la tomaría la Intendencia, sino la Junta Departamental, ya que se trata de un descuento sobre deuda.
Hace dos semanas se inició el trámite por la actual adjudicataria, y el informe de la asesoría letrada está, desde hace unos días, en la secretaría general de la Intendencia para su análisis y luego pasará al despacho del intendente para tomar una resolución.

HAY GARANTÍA
Corresponde aclarar que la Intendencia tiene una garantía depositada por el adjudicatario, con lo que podría saldar parte de esa deuda pero “no le alcanzaría para liquidarla”, dijo Etchebarne.
Los todavía adjudicatarios tienen la explotación de ese lugar público con un expendio de comidas desde 2009, luego que el anterior titular fue desalojado por un problema de falta de pago del canon municipal. En aquel momento --y aún tiempo después-- el carro metálico con las instalaciones de cocina y chivetera estaba embargado por una distribuidora local de bebidas alcohólicas, y las consultas realizadas por EL TELEGRAFO no permitieron aclarar si ese extremo ya había sido superado, o todavía hay una deuda anterior con los vendedores de cerveza.

SOLO EL CARRO Y MESAS
De todas maneras, el abogado municipal dijo que es posible el traspaso de la titularidad de la concesión y la deuda existente de $ 220.000 --o menos, si lo aprueba la Junta Departamental-- deberá pagarse en forma previa o al menos en el mismo momento que se haga el documento entre el adjudicatario saliente y quien compre las partes físicas de la adjudicación con el permiso municipal para seguir la explotación en ese lugar.
Lo que entraría en el negocio --de estar todo en orden-- sería el carro metálico y los elementos de trabajo que pudiera tener, más los envases, enseres, mesas y sillas que dispone el comercio, así como la “llave”, ya que el resto de la estructura construida, como la armazón metálica y el techo que se agregó, y los baños, están en un lugar público y de hecho serían propiedad de la Intendencia.