Locales | 27 Abr Para Comepa
Cuando usted va a Comepa, va con la esperanza de lo curen de alguna dolencia que padece. Entra con esa esperanza y se encuentra, en su primera visión, que le están ofreciendo el entierro. Realmente el que autorizó ese espacio para esa “propaganda”, no tenía ni tiene la menor idea de lo significa para los que vamos en busca de la curación o alivio de alguna dolencia. Por favor, saquen esa propaganda de ahí, que además de ser ofensiva, contrasta con los servicios que allí se prestan.
Ya que estamos hablando de Comepa tenemos que señalar otra situación negativa en el funcionamiento de la misma. Nos referimos al hecho que se está produciendo a raíz del aumento de usuarios que ha tenido la misma. Nos referimos a la aglomeración de usuarios que se origina, creemos que en los primeros días del mes, para sacar hora y pagar los tiques. Hay seis boxes, pero en la mayor parte del tiempo de los seis solo funcionan tres, porque los funcionarios, al parecer, se toman minutos de descanso o para alguna otra cosa. La cuestión es que para obtener hora y pagarlo, en muchos de los casos la espera es de una hora o más. Creo y debe ser así, que hay que evitar por todos los medios las aglomeraciones, que es una de las reglas principales para evitar los contagios. Además, esto no puede ocurrir en la era digital de los adelantos tecnológicos más sofisticados.
Lo mismo ocurre en la atención en farmacia. Cuando hay más usuarios esperando, es cuando quienes atienden el mostrador desaparecen... seguramente a tomar minutos de descanso. Pero cuando se van al descanso, deberían ser suplantados por los que están en las otras tareas internas. Y para completar el cuadro se pusieron el televisor para mirar ellos, cuando debiera ser al revés. El televisor es para los que esperan. Esto es así y no hay otra. Hay que corregir estas cosas. Y otra cosa que hay que corregir drásticamente es la costumbre --mala costumbre--, de que los médicos cuando están atendiendo borren de su mente el dar la mano a los pacientes. Ahí está otro foco de contagio, casi compulsivo, pues el médico cuando te da la mano, lo que corresponde es hacer lo propio.
Y otra cosa que está mal, es que el médico llame por nombre, pues los que están en tu alrededor no tiene que saber quién sos, pues ahí se esteran, en la mayoría de los casos del mal que te afecta. En algunos casos no importa, pero tal vez en otros sea contraproducente o puede influir negativamente en la actividad que desarrolla el paciente en su vida privada. Observador