Locales | 27 Abr JÓVENES CAPACITADOS…. ¿PARA QUÉ?
Hace tiempo pensaba escribir y dar a conocer un problema que aqueja a los jóvenes sanduceros, y hoy lunes 7 de abril, al escuchar hablar en radio “Felicidad” en el programa del Señor Vega, al licenciado Sánchez (con el cual coincido en todo lo que expresó sobre el tema) me decidí a plantearlo.
Tengo un hijo de diecinueve años, quien ha tenido un excelente desempeño escolar, liceal y en bachillerato informático. A su vez, en forma paralela, realizó y completó sólidos estudios en administración e informática, siendo aprobados con excelentes calificaciones.
Su curriculum está muy completo. Pero… ¡No tiene experiencia laboral! ¿Por qué? Porque hasta ahora se dedicó a estudiar y a capacitarse en esas dos áreas que le apasionan: administración e informática. También concurrió a diversos cursos y jornadas sobre temas al respecto.
¿Qué pasa de aquí en adelante? Desde el mes de julio del 2013 está mandando su CV para pedidos de trabajo. Empezó su periplo concursando para diferentes empleos públicos y privados, entrevistas y reuniones varias. Pero… ¡nunca logró sumar los 10 puntos que en cada uno de esos concursos le dan por experiencia laboral!
En todos, las mismas excusas: “es demasiado joven” y “no tiene experiencia laboral”. Ahora bien: si piden que los jóvenes se capaciten, para que así se eleve el nivel cultural de nuestra juventud, será para que luego puedan encontrar un lugar y trabajar (necesidad básica del ser humano).
En la práctica no es así, pues al querer aplicar sus conocimientos en un trabajo, rebotan contra un duro muro que les dice “no”. Entonces, si el estado proporciona todos los medios para que esto se logre: educación gratuita, becas, brinda computadoras, ¿no sería algo contradictorio que todo ese esfuerzo y dinero quede en un tintero olvidado, porque nadie escucha sus voces ni reconoce los méritos y todo el estudio? ¿Qué se está logrando con este proceder erróneo? Que nuestros jóvenes se desilusionen, se amarguen y quieran emigrar en busca de otras oportunidades, pues estos procederes injustos los dejan impotentes y con cierto rencor. Me parece que es tiempo de reconocer el esfuerzo y estudio de nuestra juventud, de replantearse y reconocer a la gente que realmente ha hecho méritos, que ha obtenido logros, mediante el aprendizaje y el esmero.
Espero que si hay otras personas que le ha pasado lo mismo lo expresen ya que si no todo quedará igual y al minuto... el clásico olvido y resignación. Tengo la esperanza de que aún haya tiempo para revertirlo. María Isabel