Paysandú, Martes 29 de Abril de 2014
Locales | 27 Abr El “Progreso” y la Semana
Hace pocas semanas veíamos la alegría del intendente Bentos al abrir las puertas de nuestra ciudad a un emprendimiento comercial gigantesco para nuestro medio, acompañado de una Terminal de Ómnibus que Paysandú necesita y merece, sin lugar a dudas.
Hasta aquí, todos contentos. La presente pretende dejar apuntado “un detalle” que a nuestro criterio se escapa, y que no es exactamente un detalle.
Esta Administración municipal cambió dos de las divisas de nuestro escudo: “Trabajo” y “Progreso”, por una nueva: “Paysandú avanza”. Lo dice y publica a cada rato. Pero hasta ahora lo que se dice “avanzar”, es muy poco frente a otros departamentos como Canelones, Florida, Salto, San José (por nombrar solo cuatro) que sí han “avanzado”, a cartas vistas. Ciudades con Pando son botones de muestra de progreso.
Repetimos el beneplácito compartido por la concreción de la nueva Terminal y Shopping, pero a la vez observamos que no debemos confundirnos por ese tipo de “grandes logros”. Entre el advenimiento de este “avanzar” actual, y el verdadero “progreso” que Paysandú luce en su escudo y necesita, hay visible diferencia. Más puestos comerciales, locales y/o foráneos no significan necesariamente avanzar y progresar. Son sólo más lugares donde el mismo mercado comprará las mismas cosas. O sea, la misma cantidad de migas repartidas entre más manos. ¿Dónde está la gracia? Lo bueno sería provocar más puestos de trabajo genuino, o sea más dinero real, para repartir entre más vendedores. La industrialización de Paysandú se frenó hace mucho tiempo, y poco se ha hecho para revertirla. Apenas se disimula. Los puestos de trabajo perdidos entre la desaparición y/o el “achicamiento necesario” de Norteña, Paycueros, Paylana, Azucarlito, Sandupay, la aceitera, Famosa, Refrescos del Norte, etcétera, se cuentan por miles, y no han podido ser reemplazados por nuevos y honrosos emprendimientos industriales o comerciales (que claro los hay, pero no alcanzan). Esto no es culpa de los intendentes, ni de ahora ni de antes. En los últimos años, lo dicho y prometido no iguala a lo hecho y cumplido, en materia de nuevos puestos de trabajo. El notable mayor movimiento comercial probablemente sea efecto de la gran oferta de dinero que hay en plaza (de todos los gustos y colores) más el famoso plástico (tan endeble), y los aportes de los planes sociales (finitos), sumados a la temporal bonanza del campo. Este fenómeno es algo que reluce, pero no es oro ni se acerca. Si hubiera habido volquetas en la época industrial de Paysandú, seguramente no hubiéramos visto gente revolviéndolas. Por lo menos, no tanto como ahora.
Preocupa que el renombrado Parque Industrial de Casa Blanca, haya sido ocupado por muchas empresas... hasta ahora, “de boquilla” nomás. En los hechos, poco para mostrar y demostrar. Esta Administración y las anteriores inmediatas, no han concretado el “Progreso” del escudo. No han podido. Como suponemos que no se trata de voluntad, debe ser por desconocimiento. ¿Y qué tienen que saber las intendencias? ¿Construir industrias o emprendimientos? (léase biodiesel, por ejemplo). No, claro que no. Deben tener la capacidad de gestión para generar ámbitos y condiciones adecuadas para articular intereses, a fin de que el sector privado (con apoyo estatal prometido) invierta en emprendimientos que recuperen lo perdido y tanto necesitamos los sanduceros, para poder afirmar que “avanzamos” en serio. No es fácil, pero tampoco imposible, ya que no se trata de re-inventar la rueda. Parques industriales hay por todos lados...
Que los aportes nacionales nos permitan ampliar ALUR-Ancap, o reactivar el puerto, o remodelar una parte de 18 de Julio, o ampliar la Universidad, no es avanzar. Es solo caminar, y con bastón ajeno. En lo que queda de este gobierno y en el inmediato que venga, estamos a tiempo de ver las cosas hechas de otra manera. La Semana de la Cerveza 2013 dio un déficit de más de U$S 400.000. Supongamos que la de 2014 haya sido un “éxito” y haya perdido “apenas” U$S 60.000 (lo sabremos dentro de un año, con suerte) ¿Qué y cuánto se puede lograr con 400mil dólares invertidos en generar espacios y condiciones para el establecimiento de nuevos emprendimientos que den trabajo a los sanduceros? Esa cifra no alcanza para solucionar la pérdida de puestos de trabajo, pero podemos hacer el intento de invertirla en algo productivo. ¿Vale la pena seguir gastando tiempo (=horas extra) y fuerzas en una semana que “por h o por b” siempre da pérdidas? Cualquiera se da cuenta que no. Tal vez se consideren como 400.000 dólares gastados en el necesario rubro “Diversión y esparcimiento familiar” (por una semana), o algo así… Pues entonces, sigamos invirtiendo de esa manera y “avanzando”, y así nos va y nos irá. Sanducero viejo
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