Deportes | 23 Abr La cuenta es clara y dio el resultado que tenía que dar. Si con el comienzo de la actividad de las Divisionales A, B y C planificada para el fin de semana se iban a jugar desde el viernes y hasta el domingo 35 partidos sumadas las inferiores, y cruzando los dedos puede contar con un máximo de 25 jueces, está claro que el resultado es negativo.
Si a eso le suma que más allá de las discusiones el protocolo de seguridad apenas fue tratado y que no está firmado por todos los clubes; que en la reunión de anoche del Consejo Directivo Central de la Liga de Fútbol se definieron apenas algunos puntos con los algunos dueños de cancha, las que por otra parte todavía no fueron habilitadas ya que no se volvió a realizar una segunda recorrida; que Sud América tiene dos directivas y dos planteles distintos según se afirma; que Boston River sigue insistiendo en contratar jueces de Salto para jugar como local, entre algunos puntos importantes, está claro que la pelota no puede comenzar a rodar. Y por ahí apareció también el clásico del domingo, aunque sin dudas era el menor de los problemas.
La ilusión de algunos de los neutrales y delegados clubistas, que compartían la esperanza con el presidente de la Liga, Nelson Manzor, se esfumó después de tomar contacto con la realidad anoche, tras reunirse con el Colegio de Árbitros y algunos dueños de escenarios.
El Colegio, liderado por Roberto Cruz, fue el que comenzó a pinchar el globo que todavía tenía aire. “Podemos llegar a tener unos 22 o 23 jueces disponibles, a lo sumo 25, por lo que jugar todo el fin de semana es imposible”, dijo. Cruz fue claro: los árbitros eligen otro destino para trabajar, ya sea en fútbol femenino, fútbol infantil, Senior o Master, y hasta jueces recién recibidos le hacen una moña a las citaciones para los fines de semana.
Con ese panorama, se comenzó a pintar la realidad: el fin de semana no habrá fútbol. Manzor intentó por todos los medios hacer malabares, pero fue imposible.
Y los clubes dueños de cancha que ingresaron a sala a continuación, le dieron el toque final para que el globo explotara. Litoral fue el primero en tirar encima de la situación un manto de realidad: “todavía quedan muchas cosas que resolver, por lo que creo que hay que correr el inicio de la temporada para el siguiente fin de semana”, dijo el presidente Hugo Vega, más allá de avalar el planteo de Manzor de jugar Sub 15 y Sub 18 entre semana de aquí en más, al menos hasta terminar el clasificatorio, para alivianar los sábados y los domingos por la falta de jueces. Y los clubes pusieron a disposición sus escenarios para jugar entre semana.
Pero surgieron otros temas, y se hizo hincapié en la guardia de seguridad. No solo en el número de guardias por partido, sino también con respecto a las horas por las que se los contratará, pero las sugerencias iban a contramano de lo planteado por los jueces en su momento. Eso sí: el gran malestar pasa por el hecho de que la seguridad privada ha cobrado por más horas de las que ha prestado servicio.
“Me molesta que trabajen ocho horas y me pasen 12, porque la plata la tengo que sacar de mi bolsillo. Estoy cansado de venir y encontrarme cuentones de gente que no hace nada. Nosotros estamos esperando un presupuesto para poner cámaras de seguridad para identificar a los violentos. No tenemos problema para jugar el fin de semana, pero primero hay muchas cosas por solucionar”, dejó en claro el presidente de Bohemios, Daniel Vernengo.
Luego, los neutrales recibieron la opinión de los delegados clubistas, cuyos representados habían dado directivas. Y la mayoría se inclinó por no comenzar a jugar este fin de semana, por lo que la actividad de la A, B y C se pospondrá una semana... por ahora.