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Locales | 04 May Recientes declaraciones del ministro Fernández Huidobro, sobre Domingo Faustino Sarmiento, que fuera Presidente de la República Argentina, de1868 a 1874, provocaron polémicas.
Don Antonio Barrios Pintos, en su obra “Paysandú: Historia General – Tomo II”, dice que Sarmiento, siendo Presidente en 1874, se dirigía a Concordia por el Río Uruguay, bajó en la Meseta de Artigas, y ascendiendo a su cumbre pronunció allí una áspera catilinaria contra el Jefe de los Orientales, a más de 23 años de su desaparición física.
Al llegar a Concordia, pronunció un discurso y dijo: “No está lejos de aquí la Meseta de Artigas, que como la caja de Pandora, lanzó sobre los países, que desde allí se descubren, la hidra de la montonera y el desquicio universal.
Ante el panorama magnífico que la vista abraza, el patriarca del degüello y de la barbarie dejóse de fascinar por el genio del mal que le decía: os daré todos estos países que veís, si me adoráis”.
Después en su obra “Conflictos y armonías de razas en América” (1883), volverá a referirse a Artigas en términos violentos e injuriosos:
“Artigas, como se ha visto era un salteador (1), nada más, nada menos.
Treinta años de práctica asesinando o robando de cuenta propia, asesinando o quitando contrabandos de cuenta del gobierno español, dan títulos indiscutibles para el ejercicio del mando sobre el paisanaje de indiadas alborotadas por una revolución política, y entre las cuales viene incrustado el nombre aterrante de Artigas como jefe de bandoleros, de Artigas como encargado de exterminarlos, de Artigas como caudillo de todo un país en armas”.
Y proseguía: “Artigas, El Protector de los Pueblos Libres, como él se llamaba, el jefe de los orientales, como tuvo que reconocerlo el Gobiernos de Buenos Aires, el monstruo, como lo apedillaron sus víctimas, es un cándido salteador, nacido en una estancia, criado como Rómulo entre bandidos, bandido él mismo durante los dos primeros tercios de su vida, perseguidor atroz de tales alimañas durante diez años más, endurecido animal de rapiña, y estraño a todo sentimiento de patriotismo entre dos razas y dos naciones distintas, incivil, pues no frecuentó ciudad nunca, ageno a toda tradición humana de gobierno libre, aunque blanco. Mandando indígenas menos preparados todavía que él para las instituciones regulares, … etc., etc., etc.”.
¡Si seremos generosos los sanduceros, que habiéndonos ofendido de esa manera en nuestro propio territorio, en la Meseta, tenemos su busto en el frente del edificio del Liceo Departamental (hoy Liceo Nº1)!
Sería hora de ir pensando en una reubicación del busto por ejemplo en el patio de la Escuela República Argentina, por ser fundador de la escuela pública en ese país. A su vez dado que desde la República Argentina, se viene realizando una justa revisión histórica, reivindicando la personalidad de Artigas y especialmente en la Provincia de Entre Ríos, bajo el lema de “Artigas vuelve”, se deberían tener muy en cuenta estas palabra propias de la leyenda negra que se difundió sobre el Héroe, pronunciadas nada menos que por un Presidente de la República hermana.
Nota (1) Salteador: Dícese de persona que saltea y roba en los caminos.
Arq. Rubens Stagno Oberti