Opinion | 02 May La venta de los cuatro grandes superficies de Super Star a Ta-Ta, dejó en manos de la empresa que introdujo en Uruguay el concepto de “tienda por departamentos” (el 13 de junio de 1956), grupo integrado además por Multiahorro --empresa que Ta-Ta compró en noviembre de 2012--, los seis supermercados de la ciudad. Más allá que se mantendrá el nombre de la empresa que fuera propiedad de los sanduceros Mario Macri, Oscar Luciano, Julio Correa y Horacio Fulletti, hay una única oferta en supermercadismo en Paysandú.
Sin dudas, debe dejarse bien en claro, la operación de compra-venta se rige por las normas comerciales vigentes en el país. No obstante, si bien no es un hecho preocupante, porque todo se ha realizado dentro las normas legales correspondientes, no es un escenario ideal no contar con más de una opción en ese rubro. No es, tampoco, una situación novedosa, desde que Ta-Ta lidera ampliamente el sector supermecadismo, siendo por lejos la empresa con mayor cantidad de locales, operaciones por año, movimiento de dinero y personal.
Pero si debe considerarse la conveniencia de que Ta-Ta tenga además dos nuevos locales, con lo que elevaría a ocho el número de grandes superficies en la ciudad. No hay que olvidar que la empresa ha solicitado el permiso para instalar una sucursal en la zona Norte de la ciudad y que el proyecto de nueva terminal de ómnibus y mall, incluye otra casa Ta-Ta.
Por supuesto, ante la nueva realidad, ante la adquisición de Super Star, es posible que la propia empresa considere cancelar su pedido para la zona Norte (toda vez que ahora tiene una sucursal en Zorrilla de San Martín 1705) y que quizás considere mudar el Hiper Paysandú al mall de la nueva terminal, porque no parece necesario tener dos sucursales a tan pocas cuadras de distancia.
Pero para el caso que mantenga la pretensión de aumentar el número de casas, corresponde a la Intendencia Departamental de Paysandú, y de las Comisiones Departamentales de Protección de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa Comercial y Artesanal, que debe formar para estudiar este tema, una consideración muy profunda.
Hay que tener en cuenta la cantidad de habitantes en la ciudad y la correlación con almacenes y autoservicios. Y el hecho de que --si el mercado aun soporta una cantidad mayor de grandes superficies-- a mayor cantidad de sucursales, puede surgir consecuentemente un control de precios, por la lógica del peso del más grande sobre el más pequeño. La capacidad de compra en el mercado mayorista--donde prácticamente nada se adquiere en Paysandú--, la falta total de competencia, la libertad para establecer precios finales, son elementos que ahora sí las autoridades departamentales deben tomar en cuenta para actuar a futuro.
Quizás la ciudad tiene ya tantas grandes superficies como puede contener; quizás aún tiene margen para alguna otra. Si así fuera, entonces, no habría que descartar el dejar espacio para un prestador diferente.