EL 9 DE MAYO REALIZARÁN TALLERES EN PAYSANDÚ

Locales | 03 May La licenciada Andrea Tuana, integrante de la Asociación Civil El Paso, señaló que Paysandú fue el departamento elegido para dar comienzo en el Interior del país a la campaña “Deje de colaborar”.
“Encontramos en Paysandú una comunidad, un grupo de operadores y de instituciones con mucho compromiso, con mucha sensibilidad, con mucha preocupación en relación a la temática de la explotación sexual comercial, porque es un departamento que ha logrado visibilizar las situaciones, visibilizar el problema, y eso realmente es un elemento muy importante para poder ejecutar acciones y para poder desarrollar un proyecto. Por eso estamos aquí realizando el primer lanzamiento y anunciando la primera acción del proyecto, que se va a hacer el 9 de mayo”, indicó. La organización viene trabajando en esta campaña desde el año pasado junto a la Fundación Vision Air, el Comité Nacional para la Erradicación de la Explotación Sexual Comercial y No Comercial de la Niñez y la Adolescencia, Conapees, con financiación de la Unión Europea. Se trata de una campaña nacional, cuya primera fase se desarrolló en Montevideo hasta el pasado mes de marzo, que ahora se propone desarrollar acciones en cada uno de los departamentos y cuyo propósito es “la prevención de la violencia sexual, especialmente la prevención de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes desde una perspectiva de género, generación y derechos humanos”, detalló Tuana. Según la profesional, una de las primeras preocupaciones es tratar de “desterrar la expresión prostitución infantil” ya que la definición que más se ajusta es la de “explotación sexual comercial”. El concepto anterior “no refleja las dimensiones de sometimiento, de dominación a las que están expuestos los niños, niñas y adolescentes y tampoco refleja los niveles de daño que sufren”.

DIFUSIÓN
Tuana señaló que la campaña incluye la elaboración de un libro de fotografías, con el que se pretende explicar que la explotación sexual comercial es un problema de profundas raíces culturales, sociales e históricas y hacerla ver como una problemática de poder.
“Aquí no estamos hablando de una adolescente que voluntariamente va a buscar un cliente, eso es el hecho objetivo y concreto que nosotros podemos ver. La adolescente desplazándose en la esquina, esperando ese auto y ofreciendo. Nosotros tenemos que analizar e interpretar ese hecho y esa situación como un contexto de situaciones económicas, sociales, culturales, que hacen que exista un cliente que coloque a esa niña en esa esquina; tenemos que mirarlo como un sistema estructural, como una práctica de dominación, de violentación, que lo que está haciendo es cercenando los derechos de esa niña, de esa adolescente que está en ese lugar”, dijo. También recordó que a través de la ley 17.815 se estableció una figura delictiva “que penaliza al mal llamado cliente. Todavía no tenemos una palabra para denominar a ese cliente, que es un explotador, pero por ahora lo llamamos cliente. Socialmente todavía no hemos tomado conciencia que es un delito, y todavía hay una mirada social que culpabiliza más al adolescente que a la persona que está cometiendo el delito. Muchas veces tenemos la tendencia a justificar o a minimizar a ese cliente: el señor no sabía, fue engañado, cómo iba a saber que era un chiquilina de 15 años con esa presentación, con esa forma provocativa que tiene parecía de más edad. Entonces la tendencia es, en general, la mirada social, a justificar y a proteger al que comete el delito y no a la persona que está siendo víctima”.
Tuana adelantó que el 9 de mayo la acción a desarrollar en Paysandú comprenderá la realización de talleres con entre 50 y 60 adolescentes y de 60 a 80 adultos.