Paysandú, Martes 06 de Mayo de 2014
Locales | 04 May Me dirijo a la opinión pública en mi carácter de ciudadano uruguayo, padre de familia, productor rural y colaborador directo en los trabajos de explotación agropecuaria de la Estancia El Hervidero, propiedad del Sr. César Juan Gutiérrez Amaro, quien está por cumplir 88 años de edad.
Desde hace unos años, los vecinos de la zona de Chapicuy, los trabajadores del establecimiento y personas allegadas a la familia Gutiérrez Amaro, vemos con gran preocupación la perspectiva de que se destruya una productiva empresa agropecuaria como lo es la mencionada Estancia.
Me preocupa profundamente, la expropiación de la parte medular de un establecimiento agropecuario, que implicará la privación del 100% de su infraestructura productiva. Esta acción se llevaría a cabo sin tener ninguna certeza científica del lugar donde se emplazó el Campamento Artiguista.
Se evita cuidadosamente decir que el casco es la casa donde reside la familia del Sr. Gutiérrez, propiedad que fue adquirida por sus padres a la sucesión de Doña María Ancel de Amaro en el año 1938, con la casa habitación y demás construcciones en total abandono y reducidas al estado de taperas. Su reconstrucción al estado actual exigió y continúa exigiendo un esforzado y muy oneroso sacrificio económico.
No dicen que a escasos cinco mil metros de los padrones que declararon monumento histórico, se encuentra un parque de 50 hectáreas y el monumento más grande que existe en el Uruguay erguido en homenaje al General Artigas. Me refiero al parque de la Meseta de Artigas. Tampoco dicen que el parque fue donado por Don Nicanor Amaro (bisabuelo del actual propietario de la Estancia) quien patrocinó y presidió una comisión para construir allí el monumento, de cuyo costo aportó su casi totalidad.
Se insiste en confundir a la opinión pública, diciendo que se sabe exactamente donde fue el emplazamiento de la Villa Purificación y casualmente lo hacen coincidir con el casco de la Estancia que quieren desmantelar. Para quienes no la conocen, paso a describir resumidamente algunos rasgos que permiten caracterizarla:
El establecimiento “El Hervidero” está ubicado en el paraje Parada Daymán, en el departamento de Paysandú. Tiene un sistema de producción ganadero-agrícola, donde se realiza ciclo completo de vacunos y cría de lanares. La base forrajera del predio es el campo natural, con una importante área de praderas artificiales y cultivos anuales para ensilaje y pastoreo directo. La estancia posee un casco con un significativo conjunto de construcciones, donde se destaca la casa principal, mandada construir por el señor Nicanor Amaro entre los años 1890 al 1894. Cuenta también con casas para el personal, galpones, taller mecánico, etcétera. Este conjunto de construcciones abarca más de 3.000 metros cuadrados en perfecto estado de conservación. Además posee una excelente infraestructura para realizar la actividad ganadera. Tiene un óptimo nivel de empotreramiento (30 potreros y 10 piquetes). Dispone de corrales para vacunos, bretes para lanares, baño de inmersión, embarcadero, dos corrales de encierro para vacunos (feedlots) con aguada y sombra naturales.
La inversión realizada en el sistema de aguadas para el ganado es muy grande. Consta de siete pozos semi-surgentes, con sus correspondientes molinos aéreos de 14, 12, y 10 pies y 3 poseen además una bomba eléctrica. También se cuenta con reservas de agua en tanques elevados o sobre suelo con una capacidad conjunta de 1.300.000 litros y 9.000 metros de caños (de dos pulgadas de diámetro) enterrados, para abastecer de agua higiénica a la casi totalidad de los potreros.
Se poseen 45 hectáreas de montes artificiales y una extensa zona de monte de galería sobre la costa del Río Uruguay, Arroyo Hervidero y cañadas menores. En estos montes se intenta hacer una zona de reserva de fauna, ya que constituyen un verdadero santuario para los animales silvestres que son protegidos con firmeza y tesón.
En el establecimiento “El Hervidero” trabajan: dos capataces, cinco peones permanentes en tareas ganaderas, dos tractoristas, un mecánico, dos caseros, dos cocineras y dos alambradores. Todos los trabajadores reciben además de la remuneración mensual, alimentación y vivienda. Es de destacar que nunca tuvimos ningún reclamo laboral, gracias a la muy buena relación existente entre operarios y patrones.
No es cierto que las fotos infrarrojas tomadas por la Fuerza Aérea dejan ver claramente la localización del campamento de Purificación, cuyas construcciones eran de adobe, paja y cuero. Hemos hecho un estudio exhaustivo de dichas fotos con un técnico idóneo en interpretación de fotos aéreas y se complementó el trabajo con una inspección de los lugares que se señalan en cierta prensa como los sitios donde se emplazaron “las trincheras”, no encontrándose otra cosa que un afloramiento rocoso del basalto.
Tengo la certeza que los señores ministros que firmaron la Resolución de diciembre de 2011 que señaló las 197 ha a expropiar, lo hicieron sin saber que se trata del casco completo de la Estancia. Y lo más grave es que ninguno de ellos visitó el lugar para apreciar in situ lo que se pretende expropiar y el despropósito que implica llevar adelante el desapoderamiento por toma urgente de posesión de una casa que se construyó 76 años después de que Purificación despareciera sin dejar rastros y 44 años después que el Prócer falleciera en Paraguay y que nada tiene del general Artigas.
Me inquieta hondamente como padre de familia, que cuando el Estado tiene serias dificultades económicas para cumplir con las necesidades de escuelas, liceos, policlínicas, hospitales, y para encarar el tema de la inseguridad pública, se destinen muy importantes fondos a la expropiación de un predio (197 hectáreas que incluyen la totalidad del casco de la estancia) cuyo valor definitivo superará largamente los U$S 10.000.000 y al que se deberá agregar el costo de la instalación y el mantenimiento futuro. Por otra parte, muchos historiadores y gente de la zona tienen la convicción de que se debe continuar investigando con participación de historiadores y arqueólogos de distintas instituciones culturales, quienes --conjuntamente con los que estudiaron el tema en el año 2003-- amplíen y profundicen la investigación y el análisis del tema, para llegar a la ubicación precisa del lugar donde verdaderamente estuvo emplazado el Campamento Artiguista.
Considero un riesgoso despropósito seguir adelante con esta expropiación, cuando los propios investigadores del año 2003 afirmaron 95 veces en su extenso informe, que se necesitaban más amplios estudios para ubicar el lugar donde estuvo el asentamiento de la Villa Purificación. Se podría incurrir en el gravísimo error de tomar posesión de ese lugar y crear un Parque Nacional de 197 hectáreas, sin que exista la suficiente y razonable certeza de que ese fue el lugar donde estuvo el Campamento Artiguista que se quiere perpetuar.
Doctor Carlos Peirano Tornini
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