Paysandú, Viernes 09 de Mayo de 2014
Opinion | 02 May Recientemente representantes de unas ochocientas familias que residen en barrios periféricos de la ciudad fueron recibidos por el intendente departamental, Bertil Bentos, y el director general del Departamento de Obras, Nicolás Olivera, preocupados por el costo que les representará el tendido de la instalación intradomiciliaria de OSE para conectarse a la red de saneamiento, teniendo en cuenta los requerimientos técnicos y el hecho de que debe abordarlas cada familia.
Los vecinos de referencia desde hace un tiempo se han agrupado en una coordinadora, ante el objetivo común de contar con servicio de saneamiento de OSE, de forma de superar un déficit histórico que representa una amenaza para la higiene y la salud, y que se ha ido agravando por la extensión de la ciudad a zonas donde resulta realmente difícil encarar inversiones de la magnitud que demanda la red cloacal,
Vecinos de los barrios Delpero, El Roble, Gamundi y Solari, La Curtiembre (Casa Molle) y el barrio de Bicudo y Felippone, ya en noviembre de 2013 efectuaron independientemente las gestiones frente a OSE para la ampliación del servicio de saneamiento y decidieron nuclearse bajo la denominación de Mesa Coordinadora, como diera oportunamente EL TELEGRAFO. En su momento en reunión de la referida mesa los vecinos manifestaron su preocupación por la falta de respuesta del organismo sobre la firma del convenio y de notificación de una fecha tentativa del comienzo de las obras en alguno de los barrios mencionados anteriormente.
Actualmente en algunos ya se han iniciado obras y en otros están próximas a comenzar, y en mayo de 2013, en oportunidad de la firma del acuerdo marco entre OSE y la Intendencia Departamental, fueron seleccionados y notificados por el ente, previa realización de los estudios técnicos correspondientes y cumpliendo con los trámites estipulados para la primera etapa de las obras de saneamiento, pero pasó tiempo hasta que las gestiones tuvieran alguna respuesta del organismo nacional.
Los barrios involucrados aceptaron el presupuesto de obra correspondiente a cada uno y recibieron de OSE el proyecto técnico que indicaba los trabajos a realizar y luego, a solicitud del organismo, se firmó una carta poder en favor de un vecino de cada barrio para encarar los trámites que aún restaban efectuar.
Es de recibo que los vecinos expresen su inquietud para llevar a buen término los referidos proyectos, que de alguna forma permitan paliar un déficit histórico que de todas formas ha tenido respuestas auspiciosas en los últimos años, a partir de la aplicación en Paysandú del proyecto de extensión de la red de saneamiento que ha llegado a amplias zonas de la ciudad, sobre todo a zonas en las que resulta imposible, por los niveles y pendientes, emplear el procedimiento de caída por gravedad y debe apelarse a bombas, que requieren mayor inversión y mantenimiento.
Es decir que se ha avanzado significativamente respecto al pobre panorama anterior, a través de un proyecto integral, pero a la vez quedan numerosos barrios en la periferia que están esperando soluciones para mejorar su calidad de vida, que además involucra a toda la población, desde que por cada conexión a la red de saneamiento se elimina un pozo negro o una conexión clandestina a cursos de agua que conllevan contaminación y degradación del medio ambiente.
Por supuesto, la conexión a la red de saneamiento es responsabilidad de OSE, pese a que su déficit de respuesta en tiempo y forma a los requerimientos de amplios sectores de la población en cuanto a que la extensión de la red de saneamiento ha llevado a que se generen mecanismos como convenios tripartitos en muchos lugares, involucrando a vecinos y a la Intendencia Departamental, para reducir la inversión del ente en una obra que es de su exclusiva competencia y así ponerla en mejores condiciones para poder hacerla realidad. En el caso del planteo trasladado por los vecinos a la comuna se hace hincapié en un aspecto que es también resorte del ente, como lo es la exigencia de la conexión intradomiciliaria, en lo que es absolutamente lógico que se respeten mínimas condiciones de seguridad y eficiencia. El costo de la obra oscila entre los 10.000 y los 15.000 pesos a valores de hoy, lo que no parece desproporcionado para un trabajo de esta importancia, pero no es menos cierto que hay en muchos casos economías familiares con dificultades para acceder a estos precios, y que un desembolso adicional se podría enlentecer los tiempos para que acceder a la red de saneamiento.
Es de recibo sí que el Estado, a través de OSE y eventualmente el Ministerio de Vivienda, con algún puente financiero, pueda poner a disposición de las familias involucradas créditos para la compra de materiales y mano de obra que permitan concretar estos trabajos, e incluso los vecinos, mediante adquisiciones conjuntas de materiales, podrían abaratar costos y tener la posibilidad de concretar la ansiada conexión al saneamiento.
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