Opinion | 10 May El Directorio de UTE encomendó en las últimas horas a la Gerencia General del organismo afinar los números para determinar cuál será el porcentaje de rebaja de la tarifa de electricidad residencial a partir de julio próximo, según da cuenta El País, el que indica que según ha trascendido, esta rebaja será del cinco por ciento y regirá desde el mes señalado por disposición del Poder Ejecutivo.
Esta rebaja tendrá un impacto de 0,23 puntos en el Índice de Precios al Consumo (IPC) de ese mes, pero según explican jerarcas de UTE, este descenso es posible debido al ingreso de generación con energía eólica, la que es más barata que la térmica, y la mayor generación hidráulica, al contarse con agua suficiente en los embalses.
De acuerdo a lo manifestado por el presidente del directorio del ente, Gonzalo Casaravilla, la rebaja es “claramente realizable”, tras haber mantenido contactos con los ministros de Economía y Finanzas y de Industria, Energía y Minería, Mario Bergara y Roberto Kreimerman, respectivamente, para analizar este tópico, oportunidad en que le fue encomendado que la rebaja tarifaria deberá aplicarse a partir de julio. “Fue la directiva que recibimos”, según comentó el jerarca.
Es una buena noticia que el cliente de UTE reciba un alivio tarifario a esta altura del año, aunque en este caso por especial pedido del Poder Ejecutivo y no por decisión propia del ente en base a su esquema de costos.
Es que la inflación en los meses cerrados al mes de abril es de 9,18 por ciento, y al gobierno le preocupa controlarla para cuando caiga el acuerdo para congelar precios de unos mil productos, que se registrará a mediados de junio, lo que se instrumentó precisamente por la decisión de tratar de contener el empuje inflacionario por la vía administrativa y por acuerdos con los formadores de precios.
En realidad, parte del descenso en el IPC de abril estuvo centrada en la rebaja de la cuota de las mutualistas y en la rebaja del costo del Cinco de Oro, además de un descenso en los precios de frutas y verduras que se da en esta parte del año, luego de un fuerte impulso como consecuencia del cambio de estación y adversidades climáticas que hicieron escasear determinadas variedades.
Pero que las medidas que se están poniendo en práctica siguen centradas en contener el IPC y se dejan intactas las causas de la inflación, es decir la evolución estructural de precios, porque los costos que intervienen en la formación de precios no se han alterado y siguen creciendo, y ello explica que se pretenda sacrificar recaudación de UTE en julio.
Una buena medida al fin, porque significará un alivio para la economía hogareña, pero seguimos con los problemas estructurales sin resolver, y a juzgar por las resoluciones tomadas hasta el momento y lo que falta de este gobierno, difícilmente se haga algo en ese sentido antes de 2015.