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Paysandú, Martes 13 de Mayo de 2014

Asesinó a amigo que embarazó a su novia y lo hizo pasar por suicida

Policiales | 10 May Néstor Javier Piedad Pérez, de 31 años, alias “Patarrana”, fue procesado con prisión tras comprobarse que mató a su amigo Diego Nathon Castelvi Gómez, quien había dejado embarazada a la novia del homicida, y acondicionó el cuerpo de la víctima para simular un suicidio. El crimen tuvo lugar a la medianoche del 30 de abril en Merinos –con una población de 528 habitantes, según el último censo-- y fue aclarado en las últimas horas por la Dirección de Investigaciones.
A raíz de datos obtenidos, una dotación de ocho efectivos de la citada dependencia se trasladó en la tarde del jueves a Merinos para investigar la muerte de Castelvi Gómez, ocurrida el citado día y catalogada entonces como suicidio.

“DIEGUITO SE MATÓ”
La Policía indagó a una mujer de 56 años, madre del fallecido, quien dijo que a las 2 de la madrugada del 1º de mayo estaba en la casa que comparte con su pareja cuando llegó uno de sus hijos, quien arribó en su auto y golpeó a la puerta, mientras le decía: “mamá, levantate; no te asustes pero creo que Dieguito se mató”. Mientras ella permanecía en la casa, su pareja se retiró junto a su hijo en el auto y momentos después regresó para confirmarle que su hijo Diego estaba muerto.
La declaración de la madre del fallecido fue corroborada por su pareja, quien dijo que esa madrugada estaban descansando cuando el hijo de su compañera golpeó a la puerta. Cuando se levantaron, el hijo de su esposa les dijo: “se mató Diego, lo encontré muerto cuando estaba entrando el auto, estaba tirado en el fondo de la casa y tenía un arma al costado”. El compañero de la madre de Castelvi añadió que, a continuación la mujer y su hijo se abrazaron y comenzaron a llorar. El tomó entonces el auto del hijo de su pareja y cuando salían de la casa, vio llegar a dos conocidos, quienes le dijeron “¿te vas?, nosotros veníamos a tomar una cerveza”.

SUBCOMISARÍA VACÍA
El les comunicó la desgracia que acababa de ocurrir, por lo que ambos también subieron al auto y se dirigieron a la subcomisaría. Como en la dependencia policial no había nadie, fueron a la casa del hijo de su señora y encontraron a Castelvi caído boca arriba, sin vida y con el arma a su lado, a una distancia de entre 35 y 40 centímetros. En el medio de la frente presentaba un pequeño punto, al parecer producto de un disparo, con algunas gotas de sangre. Entre el pie y la rodilla, había un gorro caído. El pie derecho carecía de calzado, pero a unos cuatro metros, al lado de la columna del porche, sobre el césped, encontraron el otro zapato del fallecido.
Seguidamente, retornaron la subcomisaría, pero como seguía vacía, uno de los vecinos que los acompañaban le dijo: “dejá, yo llamo al 911”. Seguidamente, permanecieron esperando el arribo de la Policía en la estación ubicada a la entrada del pueblo para guiarla, pero como pasó una hora y no apareció ningún funcionario policial, llamaron nuevamente al servicio de emergencia 911 y les respondieron que personal de la seccional 11ª con asiento en Tres Árboles ya se dirigía al lugar.
Ante esto, se dirigieron a la casa del hermano del fallecido, ya que estaba más cerca de esa dependencia policial. En el camino, se encontraron con un policía, al que le indicaron el sitio donde estaba el fallecido. El policía ingresó a la casa, observó el cuerpo y recabó los datos de los presentes. Por último, el compañero de la madre del fallecido expresó que retornó a su casa, mientras uno de los vecinos permaneció junto al policía.

SE ENTERÓ POR FACEBOOK
La dotación de efectivos de Investigaciones recabó a continuación la declaración de una amiga de Castelvi, con quien mantenía una relación desde niños, ya que fueron a la escuela juntos. La mujer declaró que a las 3 de la madrugada del 1º de mayo estaba acostada cuando su hermana le gritó que a través de Facebook la pareja de un compañero de trabajo de Diego le acababa de avisar que éste se había suicidado.
Añadió que el día anterior había estado con Diego, quien le comentó que al día siguiente concurriría a un festival criollo y le propuso organizar un baile, ya que el pueblo “estaba muy tranquilo”.

“SUPUESTA PATERNIDAD”
Consultada --debido a la estrecha relación que mantenía con el fallecido-- si Castelvi mantenía algún problema con alguien de la zona, respondió que habían hablado con él acerca de su supuesta paternidad del hijo que esperaba una mujer del pueblo, que a su vez acababa de retomar su relación con Javier Piedad, alias “Patarrana”, del que estuvo separada durante un tiempo. En ese lapso mantuvo una relación sentimental con Castelvi, teniendo como resultado el embarazo.
La amiga del fallecido añadió que “Patarrana” se enamoró de la mujer, a la que enviaba flores y chocolates. Aunque ella aceptaba esos obsequios le dejó en claro a Piedad que le interesaba más Castelvi y que estaba embarazada de él. Cuando la mujer cursaba cuatro meses de embarazo, le comunicó a Castelvi que el hijo que esperaba era de él, pero éste decidió abandonarla al enterarse de que mantenía relaciones con distintos hombres.

HOMICIDA DETENIDO
Tras ese interrogatorio, Néstor Javier Piedad, alias “Patarrana”, fue conducido detenido desde Merinos a la Dirección de Investigaciones, adonde también fueron traslados el tío y el primo del fallecido.
Consultado el primo de Castelvi referente a la relación que tenía éste con Piedad, dijo que ambos eran amigos y Castelvi siempre iba a la casa de Piedad, pero que se enteró por comentarios de la gente del pueblo de que ambos se habían distanciado a raíz de una mujer con la que Piedad mantenía una relación y a la que Castelvi habría dejado embarazada.

ERAN “MUY AMIGOS”
Luego de estos testimonios, se interrogó a Javier Piedad, quien declaró que conocía desde hace 14 años a Diego Castelvi, con quien eran “muy amigos” y frecuentaba su casa. “Mirábamos televisión, escuchábamos musica y tomábamos algo”, ilustró. Narró que en la noche del 30 de abril fue al club del pueblo, en donde se encontraban varios conocidos y luego llegó Castelvi, con quien disputó varias partidas de pool. Detalló que “Diego se tomó dos o tres Gin con pomelo, quedó medio pronto, y se puso medio empalagoso”.
Próximo a las 21, Castelvi se retiró y, una hora más tarde, su hermano. “Al ratito yo me fui también, agarré la moto pero como se había mojado y no arrancaba, me fui caminando hasta la casa de Diego a manguearle plata para un paquete de tabaco”, relató Piedad.
Cuando llegó al domicilio de Castelvi, observó que estaba encendida la luz y golpeó la puerta. “¿Quién es?, me preguntó, y al responderle que era yo, me dijo que entrara por el patio”, detalló Piedad. Cuando Castelvi abrió la puerta del fondo, le solicitó dinero para comprar tabaco y, como estaba lloviznando, le comentó “que está para salir a cazar carpinchos”, a lo que el joven respondió que tenía un rifle. “Pará, que te lo voy a mostrar, me dijo, y se fue para el fondo de su pieza y lo trajo. Yo le dije: a ver cómo es el rifle. Y se lo saqué de los brazos”, narró Piedad, quien permaneció de pie en la puerta del fondo mientras el joven salió al porche y comenzó a orinar en el pasto, en mitad de la pequeña galería existente en el fondo de la casa.

“EN MEDIO DE LA FRENTE”
“Cuando él se da vuelta, yo le apunto a la cabeza y le digo: a ver, Diego, cómo estoy para la mira, y aprieto el gatillo”, añadió “Patarrana” en su declaración, quien adujo que pensaba que el arma estaba descargada. “El rifle se disparó y le dio bien en el medio de la frente, un poco más arriba de los ojos. Diego cayó hacia atrás con todo el peso de su cuerpo, por lo que me asusté y lo tomé por debajo de las axilas, ya que estaba iluminado por el resplandor del foco de la esquina. Y lo giré, dejando el rifle al lado de su brazo derecho”, detalló Piedad, quien próximo a las 22.30 retornó al club y permaneció allí hasta la medianoche, cuando se retiró a su domicilio, desde donde, dos horas después, pudo ver que llegaba un auto. El asesino confeso no tuvo inconvenientes en aclarar que había movido el cadáver y el arma “para que pareciera un suicidio”.
Ante esto, el juez penal de Segundo Turno, Fernando Islas, dispuso la conducción de los detenidos y el procesamiento con prisión de Piedad Pérez por un delito de homicidio.


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