Locales | 16 May La señora residente en Morató- Tres Árboles que con sus cuatro hijos quedó sin asistencia del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y sin la asignación familiar, confirmó a EL TELEGRAFO la veracidad de lo señalado respecto a su situación por la edila nacionalista Mabel Moreira, y explicó que efectivamente ha entablado gestiones ante la oficina departamental de este ministerio y ante el Banco de Previsión Social (BPS), sin lograr que se solucionara su planteo debido a que no ha podido regularizar todavía la tenencia de sus hijos por la demora que insumen los trámites a cumplir.
Marta Nogueira, de 52 años, relató a nuestro medio periodístico que recibía asistencia del Mides hasta que hace un tiempo viajó a Rocha con su pareja y sus hijos, instancia en la que debido a que los ingresos del núcleo superaban determinado monto, se le retiró este beneficio. Desde hace unos seis meses, su pareja la dejó con sus hijos y retornó a la localidad sanducera, para encontrarse con que para poder recibir nuevamente asistencia y la tarjeta del Mides debe contar con la documentación que acredite la tenencia de sus hijos, según se le indicó tanto en el BPS como en la oficina del Mides local.
Acotó que el caso suyo se encuentra en la Defensoría de Oficio, pero que no va a poder cobrar hasta que se regularice la tenencia y mientras tanto depende de la solidaridad de vecinos de la localidad y de la propia directora de la escuela, donde recibe la comida, pero mientras tanto debe pagar la cuota de la vivienda que ocupa del complejo Mevir, así como “también la luz y el agua”, para lo que no cuenta con ingresos.
En sus gestiones en Paysandú fue acompañada por los ediles Javier Pizzorno y Luis Miños, quienes confirmaron que efectivamente se recibió respuesta negativa de una funcionaria del organismo, quien los recibió en forma amable pero aclaró que no era posible gestionar ningún apoyo de este tipo hasta no contarse con documentos para acreditar la tenencia.
Mientras tanto, ante las dificultades, el hijo mayor, de 17 años, debió abandonar sus estudios y buscar trabajo, pero tanto el joven como la señora tienen serias dificultades para trabajar en un lugar donde no abundan precisamente las fuentes de trabajo, en tanto deben mantener a niños de 13, 12 y 9 años, que concurren a la escuela de la zona, por lo que sigue aguardando que se haga presente el Mides o alguna otra entidad que pueda apoyarla en esa lejana localidad del este de nuestro departamento.