Locales | 19 May Su actual carrocería corresponde a una camioneta o pick-up, como también se les denomina. Su año de fabricación corresponde a 1924, aunque el rodado con rayos de alambre pareciera decir otra cosa. Pero es Chevrolet de 1924 efectivamente, “lo que pasa es que nosotros le cambiamos el rodado, le pusimos llantas con rayos de alambre, queda mejor, más linda”, dijeron los propietarios.
Chevrolet es una marca que se hizo famosa y General Motors una productora que alcanza excelentes niveles de ventas a través de la historia hasta el presente. Sin embargo, luego de finalizada la Primera Guerra Mundial, el panorama era complicado para Chvrolet e incluso algunos le auguraban poco futuro.
Pero andando los primeros años de la década del 20, las cosas fueron cambiando, la producción aumentó y ya por 1924 los niveles eran altos, disponía de varias plantas y no solamente atendía el mercado estadounidense, sino también exportaba.
Y, por supuesto, Uruguay fue receptor de muchas unidades promediando la década. Obviamente Paysandú fue contando en aquel menguado parque automotriz de dichos años de varias unidades Chevrolet, autos abiertos y acercándose al final de la década, también en modelos cerrados. Algunos de esos autos fueron incluso recortados en sus carrocerías y convertidos en camioneta. Y hablando de camionetas, hoy tenemos a la vista una Chevrolet que corresponde al modelo de 1924, mejorada en varios aspectos, como en el caso del rodado, la conversión a 12 voltios en el encendido, la instalación de un alternador y asimismo una nueva bomba de aceite, lo que en conjunto mejora el funcionamiento.
Sus propietarios son Rodrigo y Carlos Vega, quienes indicaron que “hace algo más de cuatro meses que la tenemos en nuestro poder. Funciona bien y la utilizamos para nuestras tareas particulares”. La “cachila” es impulsada por su motor original de cuatro cilindros que respondió bien cuando fue llamado a funcionar. La carrocería es de chapa y está pintada de azul, la caja de madera está en tono verde y los guardabarros son azules.
La nobleza de los fierros que viene desde tan lejos en el tiempo, está más que probada. Tiempos de circular en la tierra o en el lodo, saliendo siempre adelante. Ahora sobre hormigón o bitumen sigue funcionando tan campante, como siempre.