Opinion | 20 May Uruguay es el primer país en el mundo en dar acceso gratuito para toda su población a las principales publicaciones científicas internacionales en Internet, a través del Portal Timbó. El anuncio fue hecho el viernes pasado durante la presentación del nuevo portal Timbó, realizada en el exfrigorífico Anglo, de Fray Bentos.
La plataforma de acceso universal online comenzó como el anhelo de la comunidad de investigadores y tecnólogos de nuestro país y se concretó en enero de 2009, gracias a la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) que se planteó su creación como objetivo inmediato.
Timbó posibilita desde hace cinco años el acceso virtual de las comunidades científicas a la última bibliografía científica-tecnológica de todo el mundo. No obstante, hasta ahora su uso estaba restringido al ámbito académico en la Universidad de la República u otras instituciones de enseñanza terciaria, siendo requerido conectarse desde una IPD de dichas instituciones para utilizar el portal.
En cambio, ahora cualquier uruguayo podrá acceder a los mismos materiales que se leen en los más importantes centros de estudio a nivel mundial. El archivo del sitio dispone de más de 19.000 revistas especializadas, 34.000 libros electrónicos, actas de conferencias, bases de datos de resúmenes, citas, recursos de acceso directo, enlaces y noticias que estarán de ahora en más disponibles en el portal web. En otros países más desarrollados a todo eso se puede acceder yendo a las bibliotecas, lo cual no era posible hasta ahora en las nuestras. Esa realidad también está cambiando, en la medida que éstas ahora pueden acceder a estas bases de datos y bueno sería que las incorporen activamente en los servicios que prestan a sus usuarios.
Mientras se calcula que el 85% de la literatura científica se encuentra detrás de una barrera de acceso --que generalmente es de índole económica--, con el nuevo alcance del sitio, se pretende lograr la democratización de la información. Se trata de un objetivo ambicioso, pero hacia el cual hemos comenzado a caminar con decisiones importantes. Ahora, desde los ámbitos de estudio, bibliotecarios, de docencia e investigación sería importante divulgar estas novedades y enseñar a utilizar las tecnologías disponibles en pos del objetivo de favorecer la apropiación social del conocimiento y acortar la distancia que suele haber entre disponibilidad y uso.