Opinion | 24 May La renuncia presentada por el ministro de Industria, Energía y Minería, Roberto Kreimerman, cuya actuación al frente de esta cartera ha sido una de las menos cuestionadas por la oposición, está todavía pendiente de aceptación por el presidente José Mujica, quien quiere retener al secretario de Estado, que lo ha acompañado desde el principio de su gestión al frente del gobierno.
Ocurre que tampoco en este caso va ser fácil quedar bien con Dios y con el Diablo, porque hay posturas encontradas en el partido de gobierno respecto a los términos del planteo, que tiene un origen salarial, y tiene por un lado a la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), por otro al ministro Kreimerman respaldando el planteo del gremio, y por otro al Ministerio de Economía y Finanzas, que no afectó los recursos que se entiende habían sido acordados para contemplar a todos los funcionarios.
Pero más allá de las diferencias en sí, aparece como inoportuno que se genere una diferencia de este tenor en plena campaña electoral, porque por más que se trata en este caso de elecciones internas, cada sector intenta llevar agua para su molino.
Así por un lado el Partido Socialista apoyó y hasta aplaudió al ministro, quien integra este sector, lo que a la vez genera roces con Asamblea Uruguay, el grupo que lidera Danilo Astori, quien precisamente es el líder del equipo económico y por ende en forma indirecta es responsable de que se hayan “trancado” los recursos.
A esta altura, el reclamo del sindicato permanece incambiado, y de acuerdo a la experiencia todo indica que difícilmente vaya a cambiar de posición, y sigue planteando que se cumpla un acuerdo suscripto con Kreimerman por el cual recibirían una partida adicional destinada a salarios.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Economía y Finanzas se asegura que la partida comprometida era para el estímulo de los técnicos del Ministerio de Industria, de forma de que no tuvieran tanta diferencia con lo que podrían ganar en la actividad privada, pero que no se incluía a los otros funcionarios.
Estamos en realidad ante un diálogo de sordos, hasta ahora, pero además entre el sindicato y el Ministerio de Economía se encuentra Kreimerman, quien todo indica se ha inclinado por apoyar el reclamo de COFE, y por ende dejado a Economía en una posición incómoda, aunque otros voceros gubernamentales consideran que el problema no se suscitó con Economía y Finanzas, sino con la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), que responde al sector de José Mujica, precisamente.