OPINIÓN

Locales | 25 May Negligencia médica no es aceptable y menos aún
que lo diga un médico
Mucho asombro, y más que ello, indignación me causó leer el pasado domingo 18 de mayo la crítica que señala una persona, que dice ser sanducero, y que expresa que él también es doctor, cuando señala que existió negligencia en la atención en la sección de Emergencias de Comepa, hacia su señora madre, agregando que a posteriori y como consecuencia de lo primero, su madre falleció.
Por otra parte dice a que a raíz de ese accidente automovilístico también sufrió fracturas que, luego de su regreso a Barcelona (España), al parecer donde reside y por supuesto, imagino habrá de ejercer su profesión, pues dice ser médico, le fueron detectadas. De este hecho que el denunciante quiere hacer público, yo hago una reflexión, que quizás, pueda no ser correcta. Me pregunto: si el caso fue tan grave, ¿hizo dicho señor las denuncias pertinentes ante las autoridades de Comepa? Porque es obvio imaginarse que, con el solo hecho de hacer mención al nombre de quien en vida fuera un excelente profesional y mejor persona, su señor padre, no tengo dudas, que de inmediato los directivos de la Cooperativa Médica habrán procedido como es de orden.
Por otra parte, si el hecho fue tan grave y con la consecuencia que tuvo, ¿efectuó las acciones jurídicas que ello ameritaba? Con esto, no pretendo hacer defensa hacia el profesional denunciado, por cuanto considero que su actuación habrá estado ajustada a lo que Comepa tiene estipulado. No obstante, como conozco muy bien al citado, quien no solo es un excelente profesional de su especialidad, el Dr. Roberto González Lecuna, sino mejor persona que junto al Dr. Jaill Rey, al abajo firmante, le salvaron la vida, con la invalorable colaboración del personal de los Sanatorios Pasteur y Modelo, donde debo incluir a todo el cuerpo especializado del CTI, del Modelo. Pero como para muestra, a veces, no solo basta un botón, debo agregar que el pasado miércoles 16 de abril, el Dr. González Lecuna, estando de guardia, debió concurrir a Emergencia de Comepa para atender a un niño que ante el automóvil del suscripto sufriera un accidente. Lo atendió en menos de una hora y luego lo intervino quirúrgicamente y a Dios gracias, el pequeño se recupera favorablemente.
Con lo narrado pretendo hacer conocer las situaciones que muchas veces nos toca vivir y pasan desapercibidas, pero cuando uno denota una acción premeditada, creo que es obvio salir a decir las cosas por su nombre.
Carlos María Cabrera Pardiñas